Ribagorza

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Óscar Toledano, alcalde de Estopiñán del Castillo: “Estamos estables dentro de la gravedad y tendría que haber discriminación positiva”

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Escuela de Estopiñán del Castillo
Escuela de Estopiñán del Castillo
S.E.

Después del bache del pasado curso, durante el que contó con tan solo 3 alumnos, la escuela de Estopiñán del Castillo recupera este septiembre los 5 niños que le permiten garantizar la continuidad del centro, integrado -pese a tratarse de una localidad ribagorzana- en el CRA La Litera, con los de Alcampell, Castillonroy y Albelda. El alcalde, Óscar Toledano, se muestra “agradecido” por el apoyo a la escuela rural que en el caso de Estopiñán se ve muy afectada por “la rotación de la industria agropecuaria que genera una población flotante”, explica.

La escuela de Estopiñán del Castillo se cerró a principios de los años 80 y, afortunadamente, pudo reabrirse en el curso 2003-2004, como recuerda el exalcalde, Agustín Larrégola. “A principios de siglo, creció la población porque se abrieron varias granjas y había movimiento de gente en el pueblo. Los niños tenían que ir a Tamarite, muchos eran muy pequeños y era un drama”, recuerda respecto a los tiempos previos a la reapertura, que supuso un hito para la localidad.

Estopiñán del Castillo, tras un curso con solo tres alumnos, abrirá este miércoles su escuela con cinco

Las explotaciones agropecuarias, sin embargo, no están siendo suficientes para fijar la población en Estopiñán el Castillo, un municipio que llegó a alcanzar en su día el millar de habitantes y que hoy suma con el núcleo de Saganta un total de 127 habitantes censados, si bien no supera los 80 “fijos”, especifica Toledano, que utiliza un símil médico para evaluar la situación demográfica de la población. “Estamos estables dentro de la gravedad. Estamos bien comunicados, a 2 horas de Barcelona, 45 minutos de Lérida, una hora de Huesca, pero la gente no quiere vivir en los pueblos pequeños. Tendría que haber algún tipo de discriminación fiscal positiva porque a nivel municipal no se puede hacer más”, lamenta.

El Ayuntamiento ha impulsado tres viviendas sociales que, entre otros objetivos, persiguen mantener familias y la escuela abierta. “Hasta ahora, se han instalado mayores que han vivido fuera y vuelven a jubilarse aquí, pero eso ya se ha acabado, es difícil generar vínculos y la gente no quiere vivir en pueblos pequeños, pese a los esfuerzos que hacemos”, asegura, diciendo con la boca pequeña que el año pasado se mantuvo el comedor escolar por un niño. “Parece una locura, pero si no, la familia se habría ido”.

En este sentido, agradece el apoyo de Departamento de Educación que el año pasado les dejó mantener la escuela con tres niños. “Nos dejaron seguir en previsión de llegar a los 5 este año, como ha sido. Apoyan la escuela rural que es fácil de cerrar, pero imposible de abrir”, considera, agradecido también a la implicación de las maestras. “Ahora será el cuarto año con la misma profesora. Estamos muy contentos, porque lo bueno de que sean tan jóvenes es que tienen ilusión, ideas nuevas y están muy motivadas. Además, hay profesores especializados de inglés, catalán, música o religión, que vienen en rotación”, apunta.