SOBRARBE / TURISMO
Ordesa y su área de influencia alcanzan la afluencia más alta
El acceso por el núcleo de Torla cerró este sábado por segundo día consecutivo casi cuatro horas al llegar a 1.800 personas
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y su área de influencia alcanza en esta época del año el momento máximo de afluencia como refleja que, por segundo día consecutivo, se llegó a las 1.800 personas en el acceso por Torla, lo que llevó a cerrarlo durante casi cuatro horas.
El Centro de Visitantes en este punto alcanzó el viernes esta cifra -el aforo máximo que marca el Plan Rector de Uso y Gestión (Prug) del espacio protegido- a las 10:45 horas y no fue hasta las 15 horas cuando se pudo restablecer el servicio de autobuses.
Este pico máximo de afluencia tiene su traslación en un incremento de las visitas en el resto de los accesos, y se da especialmente todos los años entre el 5 y el 20 de agosto, por lo que también se espera una gran afluencia para el próximo domingo 15 de agosto, que coincide con la festividad de la Asunción de la Virgen María.
Según la directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Elena Villagrasa, “lo que condiciona las visitas es la meteorología”, y también dejó claro que en el Centro de Visitantes “no había turistas dentro de las instalaciones sino que todo el mundo lo que quiere es caminar en la naturaleza y la condición para hacerlo es el buen tiempo”.
Reconoció la existencia de colas en el exterior de este espacio para aparcar el vehículo, sacar el tique de autobuses o subir a Cola de Caballo. “Hay que recorrer Ordesa, pero es conveniente repartir la visita a lo largo de todo el año porque garantiza la experiencia y emoción de venir a conocer el Parque Nacional”, aconsejó Villagrasa.
Una situación de alta afluencia que se puede trasladar a los otros accesos alternativos de Tella, Pineta, Escuaín, Bujaruelo o El Cebollar, así como a su área de influencia. Consideró que “de no haber servicio de autobuses al espacio protegido por Torla el colapso sería permanente” y dejó claro que no se cierra ningún sendero “porque el porcentaje de turistas que suben hasta la pradera caminando es pequeño”. Para la responsable de este espacio protegido, “informarse antes de realizar la visita es muy importante”.
Punto de Cruz Roja instalado en la pradera
Durante el mes de agosto, la pradera de Ordesa alberga por primera vez un puestos de primeros auxilios de Cruz Roja instalado para atender a los visitantes que pudieran sufrir algún percance, dada la gran cantidad de senderistas que transitan estos días por este enclave del espacio protegido.
Las incidencias que son atendidas en este puesto son en su mayor parte menores, “como mareos, torceduras, ampollas o golpes de calor”.
Su instalación es fruto del programa de voluntariado del organismo autónomo de parques nacionales, y entre los medios disponibles hay una furgoneta y un espacio de obra para poder realizar los primeros auxilios, una ambulancia todoterreno y tres desfibriladores.
“De este modo tenemos personal cualificado en la misma pradera de Ordesa, en primer lugar para sensibilizar a los visitantes de las condiciones mínimas para caminar, desde las botas, hidratación a medidas de seguridad y distancia social”. Y por otro lado, indica Villagrasa, “recuerdan la normativa del parque para que los visitantes se lleven todo la basura que generan, lleven los perros atados y mantengan una conducta cívica”.
El puesto de Cruz Roja, en el que colaboran el Ayuntamiento de Torla, el Parque Nacional y voluntarios de la oenegé, está operativo de 11 a 21 horas hasta el 31 de agosto y el objetivo para el año que viene es abrir los meses de julio y agosto.
