Sobrarbe

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María Victoria Broto: “En Sobrarbe, son clave la ayuda a domicilio y la residencia”

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales de la DGA destaca la inversión en la remodelación de La Solana

María Victoria Broto.
María Victoria Broto.
G.A.

¿Cuál es la labor de la Consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales en Sobrarbe?

—Es fundamental. Hablar del Sobrarbe es hablar de uno de los paisajes más bonitos, pero también de despoblación y de población envejecida, como en todo Aragón. Es la tercera comunidad con la esperanza de vida más alta y esto se nota en el envejecimiento. La Ley de Dependencia ha significado mucho para la atención de las personas mayores.

En la práctica, ¿en qué se ha traducido?

—Tendríamos que hablar de dos proyectos muy importantes en la Comarca de Sobrarbe, uno de la ayuda a domicilio, que se puso en marcha con este gobierno a partir del 2015, para que puedan vivir en sus casas con calidad de vida. Además, hay entre 27 y 30 personas trabajando, de las 42 que tienen los Servicios Sociales, y 2,5 son fisioterapeutas. El convenio para servicios sociales del Gobierno de Aragón con la Comarca era de 50.000 euros en 2015 y, en estos momentos, es de 600.000 euros. Cuando llegamos al gobierno, no había ni ayuda a domicilio para personas dependientes ni teleasistencia.

Ahora se está invirtiendo en la remodelación de la residencia comarcal La Solana.

—La residencia fue una de las que se puso en marcha en el primer Gobierno de Aragón, primero era municipal y pasó a ser comarcal. Con en torno a 60 plazas, las personas mayores están cerca de su entorno y conviven con vecinos de pueblos de alrededor que ya se conocían. Con los fondos de Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, que proceden de la UE, se está haciendo esta ampliación, que fue una de las reivindicaciones de cuando se celebró el aniversario del centro. Se van a invertir 700.000 euros, de los que el Gobierno de Aragón pone 436.000, para acondicionar la tercera planta y mejorar toda la residencia en cuanto al uso de nuevas tecnologías, mobiliario... Es una residencia, además, con un personal excelente.

¿Qué otras inversiones realiza la DGA en Sobrarbe?

—Las depuradoras de Boltaña y Aínsa, que son una reivindicación desde hace mucho tiempo, como ocurre con todos los territorios que tienen una proyección turística y, especialmente en verano, son importantes. También está la uvi móvil en Foradada del Toscar, con 15 trabajadores, que ha sido muy relevante. En Sobrarbe, es muy importante todo lo que tiene que ver con los servicios.

La DGA está recuperando el monasterio de San Victorián, conectado con Boltaña, donde se encuentra el coro.

—Cuando acabe la legislatura, en el monasterio de San Victorián se habrán invertido 1,7 millones de euros. Lo último ha sido la recuperación del molino y del horno, pero aparte de lo que se ha descubierto, han sido muy importantes las visitas guiadas que se han convertido en otro atractivo de Sobrarbe, además de visitar Aínsa, el casco antiguo de Boltaña o los paisajes y barrancos. Además, Manolo López, el experto en San Victorián, es de Boltaña.

Como sobrarbense, de Guaso, ¿qué destacaría del desarrollo de Boltaña y de Sobrarbe?

—Quiero poner en valor todo lo que significa el gran proyecto de BTT Zona Zero, que además recibió la medalla al Mérito Social el 23 de abril, porque es la nieve de nuestra comarca. No tenemos estación de esquí, pero lo hemos sustituido por un proyecto que es nuestro y que significa recuperar también nuestro territorio. Aquellos caminos que transitábamos andando o con caballerías, se han convertido en itinerarios lúdicos que atraen a personas de muy diversas procedencias, se han puesto en valor con una idea original y diferente, que enlaza el pasado con el presente y que tiene mucho futuro. Boltaña tiene muchas aldeas y esos caminos se han recuperado. También es importante la declaración de las navatas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, por el trabajo que se ha hecho de recuperación y por cómo se ha gestionado el proyecto. Desde la primera bajada en 1983, se han mantenido y se han hecho encuentros internacionales. Las navatas que un día enlazaron el Pirineo con el Mediterráneo, enlazan ahora con Europa.