Sobrarbe

ferieta de aínsa

“Cuando el dinero de tu trabajo no lo ves escapar del territorio, la actividad es más gratificante”

Antonio Garcés participa en un coloquio sobre agroalimentación

Los hermanos Garcés, junto a su rebaño de ovejas.
Los hermanos Garcés, junto a su rebaño de ovejas.
Almas by Susan Labich

Querían quedarse en su Sobrarbe natal y no perder la vinculación a la ganadería y la agricultura que han tenido desde niños en Casa Carpintero, de San Vicente de Labuerda. Por ello, cuando vieron que vivir únicamente de la ganadería era complicado, decidieron dar un giro al merendero que su padre había abierto años atrás y ofrecer en el menú productos de temporada y proximidad, como la carne de sus corderos y las hortalizas de su huerto. Hoy, Antonio y David Garcés regentan el Restaurante Merendero Garcés de San Vicente de Labuerda, donde sirven alimentos que se producen en el territorio.

Antonio Garcés expondrá su experiencia en la mesa redonda “Visiones del sector agroalimentario en Sobrarbe” que se celebrará mañana a las 19 horas en la Torre del Homenaje del Castillo de Aínsa, junto a otros tres emprendedores de la zona.

Fue su padre, hace 26 años, quien decidió abrir un merendero en San Vicente de Labuerda para complementar la actividad ganadera. “Coincidió en una época en la que Prames abrió muchos caminos por la zona, lo que hizo que empezara a pasar gente y mis padres pensaron que sería una ayuda para seguir viviendo en el pueblo”, relata Antonio, que comenta que desde pequeños estaban con su hermano “locos por seguir en el pueblo”.

Así, que se acogieron a las ayudas a la incorporación para jóvenes agricultores y ganaderos y, aunque aumentaron las cabezas de su rebaño de ovino y caprino, veían que “no llegaba a ser del todo viable, porque dependíamos del alquiler de tierras y aquello nos hizo perder un poco la ilusión”. Sin embargo, en su lucha por “seguir viviendo en el pueblo y seguir desarrollando allí tu actividad profesional, decidimos en vez de tener dos negocios, unirlos: reducir el número de animales e intentar vender en nuestra casa toda la producción de nuestros animales, además de poner huerto”.

El Restaurante Garcés comenzó a poner en sus platos su propia carne de cordero y abastecerse de productores de otro tipo de carnes también de la zona. Antonio recuerda que al principio los clientes habituales les preguntaban “¿qué habéis hecho que esta carne está mejor?”, de modo que “nos empezaron a valorar nuestro trabajo” y su actividad comenzó a ser rentable.

De este modo, recuperaron “la ilusión de levantarte cada día y seguir luchando. Cuando el dinero que produce tu trabajo y esfuerzo no lo ves escapar del territorio, si no que se queda en el territorio y en tu bolsillo, la actividad se vuelve más gratificante”, concluye.