Sobrarbe

COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Javi Pueyo: "Se quedaría más gente en Plan, pero lo más difícil es encontrar trabajo"

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Los panaderos de Plan, padre e hijo, ambos de nombre Javier Pueyo, en el obrador.
Los panaderos de Plan, padre e hijo, ambos de nombre Javier Pueyo, en el obrador.
S.E.

Javi y África, hijos del panadero de Plan, han apostado con continuar en su pueblo y mantener una puerta abierta al público. Javi Pueyo, de 36 años, siempre se orientó para continuar con la tradición panadera de su familia que inició su abuelo Antonio Pueyo. Es la única panadería que queda desde Labuerda hasta la frontera con Francia por la A-138. Por su parte, África, de 33 años, abrió su peluquería, también con la intención de asentarse allí.

Además del pan, entre las especialidades de la panadería Pueyo está la torta de pan, aceite y azúcar, la torta de huevos y anís, las magdalenas, bollería, hojaldres, empanada... Además, preparan, como se puede ver en la imagen, postres y dulces especiales para muchos momentos del año. “Todo el producto se elabora en la panadería, excepto unas pastas”, explica África.

Desde allí, reparten por otros núcleos del valle, por San Juan, Gistaín, Serveto, Sin y Saravillo. “Como han ido conociendo fuera la panadería, algunos cátering de la zona compran producto o desde la gasolinera de Parzán -con tiendas en las que compran muchos franceses- vienen a buscarlos aquí”, comenta.

La panadería estaba ubicada un poco más arriba, pero ahora se sitúa cerca de la travesía, en una calle con fuerte pendiente en la que se invirtió en poner hilo radiante para evitar que se helara y quedara intransitable para los vecinos. Además, prestan servicio de estanco. Ahí, en pocos metros, se concentran todos los servicios, ya que Plan cuenta a pie de carretera con dos supermercados, Fantova y Alimentación Mur, una farmacia, dos restaurantes y una oficina de Caja Rural de Aragón, además de hoteles y alojamientos turísticos.

Al menos, la población se mantiene en algo más de 500 habitantes en todo el valle, que es la cifra que contemplaba el plan de negocio de la peluquería de África, que en agosto cumplió 10 años. Ella trabaja por las tardes y con cita previa, mientras su padre, aún en activo, y su hermano tienen un horario muy amplio en la panadería: de 8:00 a 13:30 y de 17:00 a 19:30, y solo cierran los domingos de invierno.

África y su hermano Javi no son los únicos jóvenes que se han querido quedar, hay unos cuantos más, pero África considera que si hubiera más posibilidades laborales, sería más fácil. “Por ganas, mucha más gente de quedaría”, recalca. Y ella no lo dudó, ni tampoco su pareja, el ganadero y actual alcalde, José Serveto. La pareja de su hermano Javier es otra joven del mismo valle que trabaja en un negocio de su familiar y como diseñadora gráfica a distancia.

“Se quedaría más gente en Plan, pero lo difícil es encontrar trabajo”, indica. No obstante, apunta que internet ha abierto posibilidades y hay personas que ya trabajan a distancia desde Plan. “En pandemia mucha gente quería venirse a vivir aquí, pero el invierno es duro y no se puede vivir del aire. Es muy bonito vivir aquí, pero tiene sus cosas y si tienes que estar sin ver a nadie, tienes que estar acostumbrado. Los fines de semana estamos más, pero entre semana solo los de casa, que seremos unos 90”, comenta África.

Poco a poco la gente va conociendo más el valle. Como no tenemos ni zona fronteriza -ya que la carretera se acaba en Gistaín- ni pistas de esquí... Pero cada vez bien más gente. Además, los pueblos se van conservando bien, con las casas cuidadas... Eso se agradece”, comenta África, orgullosa de su pueblo.