Somontano

DEVOLUCIÓN DE LOS BIENES

El Museo de Barbastro planea una muestra temporal de algunas obras

La idea es avanzar poco a poco en la colocación definitiva de las piezas

Vitrina prevista para la Virgen de Zaidin; al fondo estará el frontal de San Hilario de Buira.
Vitrina prevista para la Virgen de Zaidin; al fondo estará el frontal de San Hilario de Buira.
Ángel Huguet

Por fin, los bienes están en Aragón, en una Diócesis con muchos pueblos y pocos habitantes pero, a fin de cuentas, ricos en arte no solo por las obras devueltas sino por las que tenemos”, destacó Ángel Noguero en su condición de vicario general, delegado de Patrimonio y director del Museo Diocesano. Se refirió también “a la riqueza de las personas que habitan en pueblos donde están las parroquias, nos han empujado a todos para que lleváramos a cabo este trabajo para intentar que nos devolvieran lo que consideramos que era nuestro”.

En la misma línea tuvo recuerdos afectivos hacia quienes “han luchado para conseguir este objetivo, en concreto Santos Lalueza en su etapa de vicario, que inició la recogida de obras en pueblos para que no se perdieran tras la Guerra Civil. Manuel Iglesias, sucesor y delegado de Patrimonio que inició este movimiento, no solo para recuperar obras sino que se prodigó en la gran cantidad de arte románico. Labor que continuó Enrique Calvera, discípulo y compañero en viajes por las iglesias”.

Al mismo tiempo, destacó a Marcelino Iglesias, expresidente del Gobierno de Aragón, que “ha tenido mucho que ver con la construcción del Museo donde estuvo el Palacio Episcopal. Sin su ayuda, no existiría, además se restauró toda la colección de obras y se urbanizó el entorno”.

Se refirió a los obispos “incansables”, tres de ellos fallecidos, Damián Iguacén “de gran empuje para delimitación de límites diocesanos”; Ambrosio Echebarría, que “trabajó por la beatificación del obispo Florentino a quien pidió para que se formara la nueva Diócesis en su etapa”; y Alfonso Milián, que “fue gran luchador en esta causa durante diez años y por muy poco no ha visto los resultados finales”.

El obispo Juan José Omella “nos apoyó durante su etapa”, y de Ángel Pérez “¿qué os puedo decir?, ha dado el golpe definitivo. A los demás, nos toca recoger los méritos”. Respecto al Museo, dijo que “no es solo cultura sino cultura y simbolismo del arte religioso. A partir de ahora hay un proceso con las obras, a todos nos gustaría verlas expuestas ya pero hay que esperar el protocolo de adaptación a temperatura, humedad, tratamiento y otros aspectos que requieren paciencia. Desde el momento que se abren las cajas hay un estudio de cada obra. En concreto, abrir, cuidar y preparar”.

Noguero informó sobre la intención de organizar “una pequeña exposición temporal con el máximo número de obras para que la gente pueda verlas. Poco a poco se avanzará en colaboración con los peritos del Gobierno de Aragón y las restauradoras del Museo para distribuir las obras, sin prisas. En cambio, sí que las teníamos para recibir las obras”.

En cuanto a la posibilidad de exponerlas en parroquias originarias, apuntó que “requiere de estudio detenido porque será necesario que haya condiciones de seguridad, mantenimiento y conservación. En caso contrario, no se pueden dejar. Están previstas exposiciones temporales de alguna obra y serían interesantes las réplicas pero son cosas pendientes de estudio”.