Baloncesto

BALONCESTO - LEB ORO

El Levitec Huesca, obligado a una reacción inmediata

La dura derrota contra el Juaristi ISB le deja a tres victorias de la salvación y esta semana visita al Estudiantes en Madrid y recibe al Prat

Sergio Lamúa, durante un tiempo muerto del último partido en casa.
Sergio Lamúa, durante un tiempo muerto del último partido en casa.
Pablo Segura

La derrota del domingo en Azpeitia ha dejado al Levitec Huesca en una situación clasificatoria grave y con la necesidad de una reacción inmediata. Esta semana tiene dos oportunidades: el encuentro de este miércoles en Madrid contra el Estudiantes y este domingo en casa contra el Prat.

El equipo peñista sigue con dos victorias en la tabla en sus trece encuentros jugados y el problema es que cada vez están más lejos los equipos que, teóricamente, son rivales directos, especialmente al Juaristi ISB, que con su victoria por 32 puntos de ventaja se sitúa con 5 victorias y el basketaverage particular prácticamente ganado.

Los guipuzcoanos son el equipo que marca las posiciones de salvación, aunque llevan dos partidos jugados más que el resto. Otros equipos con cinco triunfos son Alicante y Girona, aunque este último parece lejos del alcance del resto con la presencia de Marc Gasol y el reciente fichaje de Fjellerup.

La victoria peñista contra el Oviedo en la llegada de Xavi Rey y Javi García abrió en el mes de diciembre una ventana de esperanza, pero la derrota de este domingo la cerró y el equipo está obligado a resucitar en los próximos partidos. El pívot y el base, que fueron de lo más salvable el domingo con su dominio bajo aros y rebote en el caso del primero y la generación de juego del segundo, deben ser piezas fundamentales para ello.

No va a tener mucho tiempo el equipo de cara al siguiente partido, pues juega este miércoles en el WiZink Center contra el Estudiantes. El equipo volvió este lunes por la mañana a entrenar para preparar en un par de sesiones el encuentro. Quizá no sea la pista más propicia, pero el Levitec está obligado a mejorar y a dar una buena cara si no quiere sufrir una derrota abultada.

Y este domingo el equipo juega un partido todavía más importante, pues vuelve a medirse a un rival directo en la pelea por la salvación, un Prat que es antepenúltimo y con cuatro victorias precede en la tabla a los oscenses. La victoria en este caso es casi obligada.

Los partidos aplazados contra el Melilla y el Alicante también cobran especial trascendencia por jugarse ambos en el Palacio de Deportes de Huesca y porque Alicante pasa por apuros.

Juego colectivo

La derrota en Azpeitia llevó a Sergio Lamúa a un análisis muy similar al de otras ocasiones: el Levitec Huesca se diluyó, faltó juego colectivo y el grupo necesita jugar como equipo para ganar, algo que le está costando. Juega demasiado a impulsos individuales y ello le hace depender más si cabe del acierto. En Azpeitia fue paupérrimo, con 3 de 28 en triples.

La frase de Lamúa sobre el final diciendo que había sido de “tiros malos” por parte del Peñas contra penetraciones del ISB deja claro que los oscenses no funcionaron ni en ataque ni en defensa en ese tramo decisivo.

Por otro lado, caer por 32 puntos ante un rival directo es algo que no puede permitirse ningún equipo. No ya por el basketaverage, que también, sino por su moral y por el refuerzo que supone para el contrario.

El Juaristi ISB llegaba después de una derrota muy dura contra el Valladolid, que le podía dejar tocado, y el partido le sirvió para irse no sólo resarcido, sino reforzado en su moral.

El equipo guipuzcoano, un bloque recién ascendido y modesto, con una plantilla bastante joven y con limitaciones, puede servir de ejemplo para el equipo peñista si quiere reaccionar. Está consiguiendo ganar en casa (5 victorias en los últimos 6 partidos) aferrado a la intensidad y la lucha y a un juego muy definido, con juego en transición, buscando buenos tiros abiertos o penetraciones de sus exteriores y cargando el rebote ofensivo.

Este martes entrenamiento y este miércoles, viaje

El equipo peñista realiza este martes su último entrenamiento antes de medirse al Estudiantes y viajará a Madrid el mismo miércoles del encuentro.