Baloncesto

BALONCESTO / LEB ORO

Once campañas dan para mucho

Levitec Huesca la Magia pondrá fin en mayo a once temporadas en la categoría

Celebración en el casino del ascenso a Leb Oro en 2010.
Celebración en el casino del ascenso a Leb Oro en 2010.
Pablo Segura

Con el descenso matemático sellado este sábado, a finales de mayo Levitec Huesca La Magia pondrá fin a una andadura de once temporadas en la segunda categoría del baloncesto español. Una trayectoria que sin duda se buscará retomar cuanto antes.

Y este poco más de una década en esta categoría ha dado para mucho, y sobre todo para muchos altibajos. El club ha tenido dos presidentes, ocho entrenadores, y ha vivido las mieles del éxito, ya que ha jugado tres playoffs de ascenso y en uno estuvo a punto de conseguirlo, y el sufrimiento de evitar el descenso en varias ocasiones.

Lafuente, en el partido del pasado sábado en la pista del Unicaja Oviedo, que selló el descenso.
Lafuente, en el partido de este sábado en la pista del Unicaja Oviedo, que selló el descenso.
CB Oviedo

Esta andadura se inició en la temporada 2009-10. En Plata, y con Ángel Navarro en el banquillo, el equipo hizo una temporada para recordar, en la que ganó la Copa y logró el ascenso.

A partir de ahí, el estreno de la nueva categoría, con mucha ilusión y una afición cada vez mayor, recordando aquellos tiempos de ACB. Navarro siguió en el banquillo, y se trató de hacer una plantilla adecuada para la categoría, pero que sin embargo no acabó de cuajar. Sobre todo por dentro el equipo realizó numerosos cambios. Finalmente, en una Marcha Verde memorable en Lérida, el equipo ganó el último partido de liga regular y logró salvarse. En aquel equipo seguían del año anterior Salsón, Aranda, Herrero, Lafuente, Zengotitabengoa o Stevie Johnson, y un fichaje que sí cuajó un buen año, el letón Freimanis, y luego numerosos jugadores que entraron y salieron como Yango, Quentin Smith, Atkinson, Bonds, Brown o Laerke.

Sea como fuera, se logró el objetivo de salvarse, y en la temporada siguiente se trató de hacer una plantilla más fuerte, pero de nuevo no se acertó con algunos fichajes y el equipo tuvo que luchar hasta casi el final para salvar la categoría. Los americanos, McNeil y Reese, terminaron siendo cortados, y sobre todo los nacionales, Adrián García, Herrero, Montañana, Orfila, Servera, y jugadores que llegaron a mitad como Knutson o Franklin, acabaron por llevar el barco a buen puerto. En esa temporada hubo cambio de técnico, se destituyó a Navarro y lo sustituyó el catalán Quim Costa.

Costa, el nombre del éxito

Y con Costa llegó el ciclo más fructífero del club en esta categoría. En su primera temporada el Peñas jugó por primera vez el playoff de ascenso, en el que cayó ante Lucentum en primera ronda. En aquel equipo destacaba el americano Samuels, Lluis Costa, Cebular o Krusic.

Al año siguiente, séptimo puesto y segundo playoff, en este caso con derrota ante Breogán. En aquel equipo había dos jugadores que luego han disputado la Euroliga como Grigonis y Oriola, y el segundo incluso ha sido campeón del mundo.

En la campaña siguiente las cosas no fueron tan bien y el equipo se salvó sin mucho sufrimiento. Se apostó por la juventud, por jugadores cedidos de ACB como Brizuela, Vicedo o Salash, y extranjeros que no dieron un nivel demasiado alto como Troutman, Kamperidis, Koch. Y en esta temporada jugó por primera vez con los peñistas Van Oostrum.

Uno de los partidos de playoff ante Burgos en la temporada 15-16.
Uno de los partidos de playoff ante Burgos en la temporada 15-16.
Pablo Segura

La campaña 2015-16 es la que quedará para la historia, la mejor del club. Séptimo puesto en liga, y en los playoffs, dando una sorpresa tras otra para derrotar primero a Oviedo y luego a Burgos. En la final, ante Melilla, ya no hubo mucha más gasolina. Con Huskic y Maldunas por dentro, Pardina, Costa y luego Steinarsson en la dirección, Cristian Díaz o Davis salió incluso mejor de lo esperado.

Mirando más hacia abajo que hacia arriba

Esa temporada marcó el fin del ciclo de Quim Costa. Llegó Sergio Jiménez, y el equipo flirteó con el descenso todo el año, hasta que fue sustituido por Guillermo Arenas. Con el asturiano el equipo sobre todo se hizo fuerte en casa para lograr la salvación. Fue seguramente el año de más vaivenes en la plantilla.

En la 17-18, otra salvación sin aspavientos, y en la 18-19 se estuvo cerca de jugar el playoff con un décimo puesto. La 19-20 se interrumpió por la pandemia y supuso también el adiós de Arenas. Y el año pasado, con David Gómez el equipo se complicó mucho la vida, menos mal que llegó Óscar Lata y en una segunda fase mucho mejor se logró el objetivo, eso sí, con la inestimable de Diego Kapelan, que con un triple en el último instante en el partido de su equipo, Murcia, ante Ourense, mandaba a los gallegos a Plata y salvaba al Peñas.

Se le vieron las orejas al lobo, pero este año, con más problemas y vaivenes, ya no ha sido posible enderezar el rumbo ni con Lamúa ni con Lanau.