SD Huesca

FÚTBOL / SD HUESCA

Multitudinario adiós al número 1

Emotiva despedida a Paco Solano, socio fundador de la SD Huesca

Familiares y amigos despidieron a Paco Solano. En la imagen, el pasado año en su 87 aniversario.
Familiares y amigos despidieron a Paco Solano. En la imagen, el pasado año en su 87 aniversario.
S.E.

El socio número 1 del Huesca, Paco Solano, fallecido el pasado martes, recibió el jueves un multitudinario y emocionante adiós en el funeral celebrado en la iglesia de San José. El club, del que formó parte en su fundación en 1960, estuvo representado por Juanjo Camacho, el jugador que más partidos ha vestido la camiseta azulgrana en la historia de la entidad. A título personal también acudió Agustín Lasaosa, amigo de la familia, con quien departió para transmitir sus condolencias. El consejero delegado, Manolo Torres, también dio el pésame personalmente en el tanatorio en un encuentro con la familia, donde llegó también un centro floral con el recuerdo de la entidad, que le hizo una cariñosa muestra de despedida: “Gracias, Paco, por toda una vida fiel a nuestros colores”.

Solano nació en 1933 y su pasión por el Huesca se la transmitió su padre, pasada la guerra, cuando lo llevaba a ver a la Unión Deportiva Huesca a Villa Isabel primero, donde se colaba por una acequia, y después a San Jorge.

Junto con Patricio Funes, se habían reunido en el Bar Flor hace 61 años para dar forma a la recuperación del fútbol en la ciudad y fundar la Sociedad Deportiva Huesca. En una entrevista con DIARIO DEL ALTOARAGÓN con motivo del 60 aniversario de la fundación del club, comentó que tenía vagos recuerdos de aquello, pero su nombre figura en el acta fundacional de la institución. “He vivido con el Huesca muchas cosas, pero siempre han prevalecido las buenas. Ser el socio número 1 es un orgullo y una satisfacción”, comentó a este periódico.

“Tenía 8 años cuando me hice socio, pero ya llevaba dos o tres años viendo al Huesca. Cuando en 1960 se hizo la Sociedad Deportiva, me comprometí para ayudar y siempre lo he hecho. Colaboré en las gestiones para conseguir dinero. Fueron años duros, pero el resultado fue una gran satisfacción por lo que logramos”, relataba.

Pero nunca ha dejado de ser socio. Ni él, ni sus cinco hijos y la decena de nietos que le han rodeado. Y los sobrinos también forman parte de esta extensa comitiva familiar que han tenido en el padre, abuelo y tío el mejor guía para vivir la pasión del Huesca desde la raíz. “Y conste que no obligo a nadie. Mi satisfacción es que todos son socios porque quieren al Huesca”, apostillaba.

“Lo de ahora es desconocido. Meter a más de 7.000 aficionados en el campo es mucha tela. Sobre todo cuando has visto los muchos golpes que ha recibido el club en su historia. El Huesca actual está bien organizado y solo espero que no haya ningún atropello. El campo ha quedado estupendo, es de los mejores de España, se ha hecho un gran esfuerzo”, mostraba admirado.

No pudo ver en El Alcoraz en su segunda temporada en Primera División, al jugarse sin público n los estadios, pero siempre reafirmaba su condición de azulgrana, que era también un mensaje de pasado, presente y futuro convertido ahora en legado para la gran familia del Huesca: “Deseo que le vayan las cosas bien al Huesca, yo siempre seré del mismo”.