Huesca

DATOS ECONÓMICOS

La inflación desafía la competitividad en el exterior de las empresas oscenses

La brecha de precios con las economías del euro se amplía y pone a prueba la fortaleza de las exportaciones, que en febrero crecieron un 10,7 %

La tasa de inflación en enero se situó en el -0,1 % anual en Huesca
La tasa de inflación en enero se situó en el 12,2 % en Huesca
DAA/R.G.

La crisis energética agravada con la guerra en Ucrania ha derivado en una espiral inflacionista que ya golpea a consumidores y empresas a escala global. En España, el IPC se situó en el 9,8 % en marzo, el más alto desde 1985. La cifra en Huesca se disparó a un 12,2 por ciento, ocupando la tercera posición a nivel nacional, y ya alcanza los dos dígitos en nueve comunidades autónomas. De esta manera, se amplía la brecha con las grandes economías de la zona euro, donde la media se sitúa en el 7,5 %.

Según el informe elaborado por la dirección territorial de Comercio-Icex en Aragón del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con datos facilitados por el departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria, a lo largo del mes de febrero, las exportaciones aragonesas crecieron un 10,7 % a pesar de las circunstancias. Un dato que contrasta con el mal arranque reflejado en el mes anterior, en el que las ventas al exterior se anotaron un descenso del 2 %. Los datos muestran a su vez que las importaciones totales suponen 1.186,9 millones de euros ascendiendo un 33 por ciento respecto del año anterior y un 19,4 por ciento intermensualmente.

En este escenario, la diferencia de precios con la zona euro amenaza seriamente el crecimiento de las exportaciones de la provincia, encareciendo los bienes y servicios de las empresas oscenses que se vuelven más caros respecto a los socios de la moneda común.

Este aspecto, unido a la inflación continua, el alza de impuestos de las cotizaciones a la Seguridad Social, las subidas en el salario y la escalada de los costes energéticos, preocupa sobremanera a la Confederación Empresarial de la Provincia (Ceos-Cepyme), ya que puede repercutir en la “pérdida de competitividad”. Por ello subrayan la urgencia de cerrar la brecha de inflación “lo antes posible”, indica su secretario general, Salvador Cored.

Las cifras de Ceos-Cepyme reflejan que las exportaciones en la provincia de Huesca han crecido progresivamente desde el año 2019. En este curso, los números remarcan que se alcanzaron los 1.400 millones de euros en ventas.

Doce meses después, la cifra aumentaba en 300 millones, llegando a superar los 1.700 euros, mientras que en el año siguiente, 2021 registró la cifra más alta con 1.800 millones de euros en ventas.

“Somos muy activos en nuestro nivel de exportaciones y nuestra balanza comercial es siempre muy positiva, a pesar de que estamos por debajo de lo que nos correspondería por importancia económica a nivel nacional”, manifiesta Salvador Cored con respecto al 0,6 % que aporta la provincia de Huesca en el total de las exportaciones españolas.

El mercado de la provincia

En cuanto a exportaciones se refiere, la provincia ha trazado desde hace décadas una línea a seguir muy marcada por las posibilidades logísticas y geográficas. Casi el 40 % de las ventas corresponden a empresas asociadas a productos cárnicos. El ganado porcino, que tiene grandes salidas en el mercado chino es uno de los causantes de esta situación. Pero no es el único, ya que la agroindustria gana cada vez más peso, con materias primas que salen desde Huesca, cereales, pienso, embutidos o carne transformada.

Si se añaden compañías relacionadas con materiales plásticos, frutas, máquinas y semillas oleaginosas, la cifra alcanza el 60 por ciento del total de las exportaciones. “Esto nos da una idea de nuestras fortalezas y en lo que debemos invertir”, apunta el secretario general de Ceos.

Por otro lado, en importaciones, los productos que adquieren mayor valor son los materiales plásticos, maquinaria y mecánica, química orgánica y animales vivos. Todo ello ronda el 60 por ciento de las necesidades de la provincia. “El cereal fundamenta el 13 % del total y la guerra de Ucrania ha abierto el mercado aún más si cabe a otros países”, sentencia Cored.

En toda esta cuestión tienen una gran importancia las plataformas logísticas que se desarrollan en la provincia y Aragón, unas con titularidad pública y otras de iniciativa privada. Plhus, la Melusa-Tamarite de Litera, la intermodal de Monzón, y también Plaza en Zaragoza, tienen cada vez más actividad y servirán para conectar y unir a través de carreteras y ferrocarril, con puertos marítimos o aeropuertos.

Agentes sociales

La preocupación comienza a instalarse en las empresas exportadoras que ven como este aumento desbocado de los precios, de índole creciente y dilatada en el tiempo, puede encarecer seriamente los costes. Al mismo tiempo, ya ha aumentado el valor de la energía, las cotizaciones a la Seguridad Social y la subida de sueldos, sin acuerdo este año en la negociación colectiva.

“Como agentes sociales estamos auspiciando acuerdos para no retroalimentar la espiral inflacionista. Si subimos los salarios y los precios a la vez, no ganamos nada. El diferencial del IPC con Europa ha estado siempre dos o tres décimas por encima, pero dos puntos o tres tienen un impacto directo sobre la competividad”, argumenta Cored.

En este sentido, las compañías amortiguan el golpe en función de dos factores: la evolución de los costes salariales y no salariales. Los primeros, siguiendo la senda del resto de países vecinos, y los segundos, ajustando el gasto en energía y materias primas.

Para Ceos, esta situación “no puede perdurar en el tiempo”, ya que implica el encarecimiento de los precios de venta y la pérdida de competitividad. “El tiempo va en nuestra contra y pone en peligro la viabilidad de los negocios. Un IPC desbocado pone patas arriba todo y las previsiones últimas lo sitúan en un 7% a final de año”, lamenta Cored.