Huesca

11º marcha aspace huesca 2023

Nervios y ganas para una marcha que no ha hecho más que crecer

Victoria, María, Elena, Carlos, Silvia, Daniel, Emilio y Roberto cuentan cómo han preparado el día de hoy

De izquierda a derecha, Carlos, Elena y Victoria (en primera fila) junto a María, Emilio, Daniel, Roberto y Silvia.
De izquierda a derecha, Carlos, Elena y Victoria (en primera fila) junto a María, Emilio, Daniel, Roberto y Silvia.
A. R. M.

Participando en la marcha o como voluntaria, la gente de Aspace llega a la 11ª Marcha con nervios pero con muchas ganas de volver a vivir una jornada que desde su primera edición no ha hecho más que crecer en el número de participantes. Eso es lo primero que destaca Roberto Vaquero, “la cantidad de gente, que ha sido progresión. En la primera había gente, pero ha ido creciendo y sigue”.

Los días previos transcurren en su cotidianeidad en el centro que la entidad tiene en la capital oscense, aunque con los preparativos para que hoy todo esté listo del todo.

Con Roberto, Victoria Plana, María Araguás, Elena Ratia, Carlos Juárez, Daniel Marín y Emilio Hernández van a participar hoy, junto a miles de personas, haciendo el recorrido; habrá quienes realicen los 18 kilómetros, otras solo una parte, pero para niguna de ellas será la primera vez. Silvia Latas, que también ha hecho dos años la marcha, este año será la primera vez que esté como voluntaria, experiencia que compartirá junto a su madre, “repartiendo camisetas” o dando cualquier otra asistencia desde el puesto en el Palacio de Congresos.

La 11ª Marcha Aspace Huesca se celebrará el domingo 7 de mayo.
La 11ª Marcha Aspace Huesca se celebrará el domingo 7 de mayo.
S.E.

Como el resto llega “con mucha ilusión y muchas ganas”, después de tres años de restricciones por la pandemia. “Este año va a ser a lo bestia”, augura Roberto.

En esa “cuenta atrás” que han sido los días previos a la marcha, da tiempo para echar la vista atrás y recordar, por ejemplo, “lo difícil” que ha podido ser en ocasiones el “hacer los 18 kilómetros”, añade Victoria, pero también “la satisfacción de llegar a la meta”; “el buen ambiente” que se genera o la importancia de los avituallamientos, “esenciales”, y las furgonetas, que acompañan en el recorrido “porque vamos con las sillas” y se necesita atender “a las necesidades que cada uno tiene”, recuerda Roberto.

Días en los que también hay “nervios”, como señala Victoria, que se “van templando conforme llega la marcha”. Una jornada de la que a Elena le gusta “todo”, que sirve para visibilizar las realidades de las personas con discapacidad, pero también de punto de encuentro, donde trabajar la empatía. Una mañana que logra derribar, cada año un poco más, “ese apuro”, señalan, que a veces las personas con discapacidad perciben entre quienes no la tienen cuando se trata de entablar una conversación con ellas. Un recorrido en el que se ejerce el “compañerismo y la gente sonríe”, afirma Carlos, que ayuda a que “todo el mundo nos conozca”, apunta Elena, y en el que las personas voluntarias juegan un papel “encomiable”, recuerda Victoria.

A pocas horas de que se dé el pistoletazo de salida, todos tienen ya en la cabeza el día de hoy, María baja desde Aínsa; Carlos -que irá junto a su esposa-, Elena y Victoria llegan con las sillas a punto. Emilio quizás se lleve la guitarra, “que toca muy bien”, revela Raquel Pérez, la técnico educativa que les acompaña. Daniel recuerda el cocido con garbanzos para después de la meta; Carlos va a por su undécima marcha y Silvia, lista para su primer año como voluntaria.