Huesca

UNIVERSIDAD

Un Campus con un porcentaje bastante alto de inserción laboral

Los estudios de la Politécnica y de Enfermería son los que mejores tasas presentan 

Prácticas clínicas de alumnas de Odontología.
Prácticas clínicas de alumnas de Odontología.
Laura Ayerbe

El Campus universitario oscense luce unas muy altas tasas de inserción laboral de sus egresados, con algunos casos, como los estudios de la Politécnica, donde las empresas se “rifan” a los estudiantes incluso antes de que hayan acabado los grados, o los de Enfermería, con trabajo desde el primer día.

Son 14 los grados que se imparten en Huesca -aunque el de Medicina todavía no entero- y, en general, la mayoría de los alumnos encuentra su primer trabajo con relativa facilidad, según explican los responsables de cada uno de estos estudios.

Politécnica

Los grados de Ciencias Ambientales y de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural integran la oferta formativa de la Escuela Politécnica Superior, y ambas enseñanzas tienen la suerte de que las empresas necesitan más profesionales que los que hay, por lo que la empleabilidad es “casi total”, declara Javier García Ramos, director del centro, sobre todo en Ingeniería, cuyos alumnos “incluso empiezan antes de acabar” por la falta de profesionales.

Ramos insiste en que las empresas de este ámbito requieren profesionales cualificados, y en buen número, lo que implica una “gran demanda” de ellos.

Salud y Deporte

La oferta en la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte se compone de Nutrición Humana y Dietética; Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAF); en Odontología, Medicina -como hemos dicho, por ahora no de manera íntegra- y el doble grado de Nutrición y CAF.

Víctor Murillo, del grado de CAF, señala que “el 70-80 por ciento” de los egresados “encuentra trabajo en algún área relacionada con el grado, pero muchos son temporales o estacionales, como monitores de verano, de fin de semana...”.

La principal salida, no obstante, es la educación, ya que muchos graduados estudian el CAP para poder ser profesores, suponiendo un “importante porcentaje” del total de alumnos.

CAF también capacita para ser coordinadores de clubes o directores de centros deportivos, e incluso para centros de salud.

Eso sí, Murillo advierte de que en bastantes ocasiones necesitan cursar una formación adicional y que la Facultad “está luchando” para lograr que se pueda cursar en paralelo.

La coordinadora de Odontología, Francesca Monticelli, quien indica que la “estimación” -a falta de datos concretos- es que “cuando acaban, encuentran trabajo con cierta facilidad”. Eso sí, “las condiciones laborales, evidentemente, no son todo lo buenas que les gustaría, pero tienen oportunidades laborales”.

Odontología recibe frecuentemente ofertas de trabajo de consultas en comunidades limítrofes, tanto para odontólogos generalistas como, “por el máster que tenemos”, especialistas.

Otro “porcentaje más reducido” de estudiantes, “de en torno al 10 por ciento”, se va al extranjero a trabajar, especialmente a Francia y Holanda.

En Nutrición, la coordinadora del grado, Rocío Mateo, precisa que “la mayoría” de graduados sigue formándose con un máster o curso de especialización. Otra peculiaridad que señala es que muchos alumnos, aunque la inserción laboral sea “buena, pero mejorable”, “acaban a corto o medio plazo como autónomos abriendo su propia consulta”. “Son autónomos de una manera muy precoz. Es una particularidad del grado”, dice.

Asimismo, Mateo también advierte de que la nutrición clínica todavía no está presente en la sanidad pública, una carencia que “limita muchísimo” las salidas laborales.

Magisterio

En Magisterio se pueden cursar los grados de Educación Primaria y de Educación Infantil, y ambos tienen unas tasas de inserción laboral bastante satisfactorias, sobre todo en Primaria, explica Cecilia Latorre. Alrededor del 85 por ciento de los alumnos acaba en la educación pública, otro 10 por ciento en la privada o concertada, otros estudiantes se decantan por trabajar en entidades sociales o guarderías y un pequeño porcentaje hace un doctorado para ser profesor universitario, detalla.

“El que estudia y se esfuerza acaba entrando (en la educación pública). Al principio como interino, pero ya entra en la rueda, y luego con plaza”, sostiene Latorre, que detalla es que más fácil en Primaria por el mucho mayor número de plazas que salen a oposición. Pero en general “las perspectivas laborales” de ambos grados son buenas.

Empresariales

Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Gestión y Administración Públicas son las enseñanzas de la Facultad de Empresa y Gestión Pública.

El vicedecano de la Facultad, José AntonioMoseñe, establece una clara diferencia entre ambos grados. Mientras ADE se enfoca al sector privado, Gestión y Administración Pública lo hace para el sector estatal, lo que hace variar mucho la inserción laboral en los primeros momentos tras acabar los estudios.

“Si quieren, hoy por hoy podría trabajar más del 90 por ciento” de los graduados en ADE, sostiene Moseñe, ya que “tenemos más demandas de prácticas con posibilidad de contrato que no podemos cubrir por falta de alumnos”.

Sí ha habido un cambio en los últimos en cuanto al destino profesional. Antes solía ser la banca el mayoritario, pero ahora son las empresas de todo tipo, desde industriales a agrícolas pasando por gestorías, asesorías o informáticas.

Mientras, Gestión y Administración Pública tiene un perfil muy distinto, ya que se dirige hacia la función pública y, por tanto, depende de oposiciones, un proceso que lleva más tiempo. Aun así, el porcentaje de inserción es “alto”, sobre todo por el número de plazas convocadas los últimos años.

Enfermería

Los grados del Campus incluyen también el de Enfermería, en la Escuela Universitaria de Enfermería y la directora de este centro, Concha Rubio, es clara sobre el “privilegio” de estos estudiantes: “Al ser una profesión muy demandada y hacer mucha falta, desde hace ya unos años trabajan desde que se titulan”.

Tal es la necesidad de enfermeros que la Escuela intenta que “a finales de mayo ya tengan el título para que a principios de verano comiencen con los contratos de verano” del Salud.

Una vez acaban los contratos estivales, la mayoría “empalma” con los que el Salud saca para cubrir vacaciones, festivos o bajas, por lo que “si no trabajan todo el año, trabajan muchos meses”.

Rubio destaca, además, que al decantarse la mayoría de los alumnos por el sistema público, tienen desde el primer día “un contrato con buenas condiciones laborales”.