Huesca

SITUACIÓN LABORAL

Salarios estancados dificultan la vida de los altoaragoneses

Los salarios, “en el mejor de los casos”, están estancados desde 2008 frente a la inflación, y se 
subrayan la importancia de mejorar la productividad

Economistas apuntan la importancia de sectores como el industrial para mejorar la productividad.
Economistas apuntan la importancia de sectores como el industrial para mejorar la productividad.
Rafael Gobantes | Rafael Gobantes/D.A.

“Me he cambiado de curro y no cobro mal. Ahora vivo con la novia porque ella también ha encontrado trabajo y los dos juntos podemos pagar el alquiler, porque comprar piso es imposible (...) No me puedo comprar coche porque no cobro tanto y no podremos tener hijos nunca porque no nos llega... ¡Bueno, a lo mejor no cobro tan bien!”. Esta conversación entre personas de entre 35 y 40 años -y los dos con estudios- es real y resume el panorama laboral, y vital, de ya varias generaciones.

Y sí, prácticamente todos tienen Netflix (unos 150 euros al año). Y algunos hasta se hacen una escapada anual a una capital europea (otros 800 euros). Pero sumados estos dos grandes “vicios” que se les achacan a los jóvenes -y no tan jóvenes- no dan ni para los gastos de unos pocos meses de, por ejemplo, un hijo.

Que la Constitución parece papel mojado en materia social (véase vivienda) es sabido por todos, pero sube un peldaño más cuando se lee el artículo sobre el trabajo: “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo (...) y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”. Un salario para mantenerse no únicamente a sí mismo, sino a una familia, dice la Carta Magna. La realidad replica con un no rotundo a ese derecho constitucional.

El incremento de trabajadores pobres es un hecho desde hace años, no solo en España, sino en el mundo desarrollado. Y desde la anterior gran crisis, la de 2008 y los recortes posteriores, el salario real de los trabajadores no es que no haya crecido a efectos reales sino que, “en el mejor de los casos”, se ha estancado.

La inflación acumulada en la provincia desde el estallido de la gran recesión de 2008 y 2023 es del 29,20 por ciento -datos del INE- y la subida salarial media por convenio en el Alto Aragón es del 30,16 por ciento -estadística de Trabajo-, pero aquí hay mucho que precisar, empezando porque las subidas vía convenios afectan a entre un 25 y 40 por ciento de los trabajadores según el año. Cierto es que puede haber subidas al margen del convenio, y las hay, pero no suelen alcanzar los porcentajes pactados en los convenios.

Y llueve sobre mojado porque a esto se suma la bajada de salarios que se permitió con la reforma laboral de 2012. Según informes sindicales de aquellos años, la rebaja media osciló en España entre el 8 y el 10 % del salario.

Esta situación ha ido en paralelo al empobrecimiento de lo que comúnmente se llama “clase media” -un concepto en el que entran muchos más factores que el puramente económico-.

La productividad, clave para subir salarios

Todo ello mientras la riqueza del país, el PIB, ha crecido, según datos del INE, un 31,8 por ciento entre 2008 y 2023, con colapso financiero, rescate y pandemia mediante. España es un 31,8 por ciento más rica que entonces, mientras que la población solo ha aumentado un magro 6,4 por ciento en esos años. Y si el producto interior bruto de España ha crecido un promedio anual del 2,12 % desde 2008 y los salarios están estancados, ¿para qué sirve que el país crezca? Jorge Bielsa, del Departamento de Análisis Económico de la UZ, y Víctor Montuenga, del mismo Departamento y también del Iedus (Instituto de de Empleo, Sociedad Digital y Sostenibilidad), consideran que la clave para incrementar los salarios por encima de la inflación -y mejorar así las condiciones de vida- es la productividad de la economía.

Bielsa explica que la situación no es exclusiva de España, sino de los países con un modelo similar, como Italia. “Si queremos que la renta per cápita crezca, la única manera es que la productividad crezca en el largo plazo”.

Pero con independencia de que esa productividad siga siendo inferior hoy a la deseada, Bielsa sostiene que “tampoco es muy normal que en una economía real, durante 15 años, los salarios se estanquen porque se supone que la productividad tiene que crecer”.

El profesor de Análisis Económico y miembro del Instituto de Empleo, Sociedad Digital y Sostenibilidad divide estos 15 años que van desde 2008 a 2023 para diferenciar por periodos, ya que en unos se gana capacidad adquisitiva y en otros, como estos últimos años a causa de la inflación, no, pero “mirando los 15 años, la capacidad de compra ha subido un poco”, resume.

También Bielsa hace precisiones sobre este periodo al decir que ese pequeño incremento de poder adquisitivo en los 15 años analizados “ha sido gracias a los 3 años que hubo deflación”, en concreto, los años 2014, 2015 y 2020.

“Ya se dijo en 2008, pero no hay grandes avances”

Incrementar la productividad fue uno de los objetivos que se marcaron los países tras la gran crisis de 2008, “pero no ha habido grandes avances”, concluye Víctor Montuenga, profesor de Análisis Económico de la UZ. “Se habla mucho, pero no sé si se hace tanto”.

Montuenga, al igual que su compañero de Departamento, Jorge Bielsa, sentencia que la productividad es la clave para que los salarios mejoren.

Ambos profesores coinciden en mejorar la cualificación de los trabajadores y, a grandes rasgos, en los sectores que se deben impulsar para lograr ese incremento de la productividad: la economía del conocimiento, tecnológico, energías renovables, farmacéutico, ciertos tipos de industria...

Y dentro de ellos, pero también se puede aplicar a los demás sectores aunque en menor medida, es fundamental para elevar la productividad la innovación para crear un mayor valor añadido de los productos y servicios.

Dentro de las empresas, Montuenga manifiesta que la mejora de la productividad pasa por “mejorar los sistemas de gestión, la innovación, la acumulación de experiencia o el poder contratar acorde a los nuevos desarrollos tecnológicos”, de allí la gran importancia que concede a la formación y cualificación de los trabajadores.

Y a partir de esas mejoras, la exportación “porque la única forma de que se crezca lo suficiente es exportar. La demanda interna no es suficiente”, recalca Jorge Bielsa en ese camino para mejorar la macro y la economía de las personas.