Huesca

situación laboral

Un día tras otro haciendo cuentas que no salen y con un futuro que pinta “fatal”

Laura, dependienta con salario mínimo, relata cómo es no llegar a fin de mes

Trobaempleo es la agencia de colocación de Cáritas.
Trobaempleo es la agencia de colocación de Cáritas.
S. E.

Trabajando 40 horas a la semana como dependienta con el salario mínimo y en esta situación desde “hace mucho tiempo”. Es el día a día de Laura, nombre ficticio, la persona entrevistada prefiere guardar el anonimato. “Cuando no llego a fin de mes, tengo que recurrir a Cáritas”, declara Laura. “No me gusta pedir pero es lo que me toca al no llegar a fin de mes”, quiere dejar claro.

Laura afirma no haber notado “un gran cambio” tras la importante subida del SMI en los últimos años porque con la inflación, disparada, “se queda en nada”.

Mirando la cartera varias veces antes de hacer cualquier gasto, Laura explica que antes hacía una compra grande al mes, pero ahora, al ir tan justa de dinero, tiene que ir comprando “poco a poco”, en función de lo que tenga disponible.

Laura tiene tres hijos, de 13, 6 y 5 años, y los dos últimos años está ella sola. Estos gastos, junto a cobrar el mínimo legal, son lo que causa que no llegue a fin de mes. “Si estas sola y con niños, es imposible”, sentencia, aunque añade que “nadie llega hoy en día. Todos lo dicen. Y si llegan, es con lo justo. El problema se agrava cuando te separas”.

“Para ti te puedes hacer un bocadillo y ya está, pero con los hijos no. Y mis hijos son de arroz y pasta. Están acostumbrados a lo que se puede y, aun así, es muy difícil” poner comida varias veces al día en la mesa.

Y como a perro flaco todo son pulgas, la vivienda es otra de esas parásitas que chupan la sangre. Y de las grandes. “Otro problema es el precio de los pisos. No puedo encontrar otro (más barato) y busco hipoteca, aunque sé que no me la darán, para saber que trabajo para tener algo, porque ahora trabajo para vivir”, resume.

Antes de trabajar como dependienta, Laura limpiaba casas. “Tampoco llegaba a fin de mes ni llevando cuatro casas. Creo que estaba igual”, dice sobre unas situaciones que, tanto ahora como antes, le hacen estar “siempre agotada anímicamente”.

Y los nubarrones tampoco se despejan respecto al futuro, que Laura ve “fatal”.