Pablo Larraín: "Me hubiera encantado conocer a Carlos Saura"

Pablo Larraín recibirá este viernes (21:00 horas) en el Teatro Olimpia el Premio Ciudad de Huesca Carlos Saura, que lleva el nombre de un director al que le hubiera "encantado" conocer.

Así lo ha afirmado en la primera jornada del 51º Festival Internacional de Cine de Huesca, un certamen del que tuvo conocimiento por Diego Luna, que el año pasado recibió el mismo premio que él.

El director chileno ha comenzado la jornada de este martes con la tradicional firma de su retrato que siempre organiza el festival, en esta ocasión, frente a la escultura de Carlos Saura en el centro de Huesca.

“Me llama la atención la diversidad de su trabajo y la amplitud de sus herramientas”, ha dicho el homenajeado, que ha destacado la “consistencia” de su “perspectiva ideológica”.

El aragonés Luis Buñuel también cuenta con su admiración por su “inteligencia, lucidez” y combinación de elementos, en películas que le impactaron como El discreto encanto de la burguesía (1972) y Los olvidados (1950).

Sobre su salto a Hollywood desde Chile, el realizador ha reconocido que en realidad nunca ha rodado en Los Ángeles, aunque sí ha triunfado en la Meca del cine con sus películas Jackie (2016) y Spencer (2021), que en realidad son producciones europeas.

No obstante, rodar en su tierra o internacionalmente al final es “igual”, porque “el cine termina siendo un ejercicio idéntico en cualquier parte del mundo”, ha confirmado.

Trabajar con Natalie Portman y Kristen Stewart, que recibieron una nominación al Oscar por interpretar en las citadas películas a Jackie Kennedy y Lady Di, respectivamente, fue “maravilloso”.

Aunque son muy distintas, Larraín ha explicado que ambas “se preparan muchísimo sus papeles, con mucha disciplina”.

Portman se puso en la piel de la “única princesa que han tenido en los Estados Unidos”, todo “un lujo” para el director.

De Stewart ha resaltado su esfuerzo por dejar atrás su acento californiano para hablar como “una aristócrata” británica del barrio londinense de Kensington. “Lo logró con mucho trabajo”, ha reconocido.

Precisamente, la gala de este viernes terminará con la proyección de Spencer, una película que cuenta los últimos días “tormentosos” de Lady Di, “una princesa que no quería ser princesa” y una “madre protectora”, según Larraín.

Laura Ayerbe

Con más de cien galardones internacionales y una nominación a los Oscar por No (2013), Larraín ha afirmado que los premios sirven para “producir conocimiento”, lo que ayuda a que crezca “el interés de los productores” por su trabajo.

“Pero a mí lo que me preocupa es conservar mi libertad y cuidar este arte, que está en crisis”, ha matizado en referencia al cine independiente y de autor, que ahora mismo no disfruta del cuajo en taquilla de otro tipo de películas “que tienen muchos estímulos”, ha lamentado.

“Estamos en un momento en el que mantener la atención es complejo y poderse fijar en una película es cada vez más difícil”, ha opinado el realizador, que cree que “nunca” le llamarían para dirigir un filme de superhéroes.

Acerca de la convivencia del cine con las plataformas, el director ha reconocido que “hay que aprender a convivir con el streaming”, aunque sea “doloroso” por la cantidad de elementos que nos distraen cuando estamos viendo una película en el sofá de casa.

Sobre sus futuros proyectos, Larraín ha contado que acaba de rodar El conde, un largometraje que “reimagina la dictadura de Pinochet como si fuera un vampiro” que, tras su paso por salas de cine, se estrenará en Netflix, que produce la cinta.

Asimismo, el chileno convertirá a Angelina Jolie en Maria Callas en un nuevo biopic sobre la soprano griega que se rodará en Europa y que abordará “su vida, sus amores y sus dolores”. Casi nada.