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BALONMANO - ASOBAL

Bada Huesca y la Liga, metidos de lleno en una vorágine de goles

Se confirma la tendencia de un juego más veloz, con más dificultades para las defensas, pero por ello más importantes

Janez Gucek, en un contraataque contra el Benidorm.
Janez Gucek, en un contraataque contra el Benidorm.
Verónica Lacasa

Las últimas jornadas de la Liga Asobal y del Bada Huesca en particular están acelerando la impresión de que el juego camina hacia un aumento de goles, aparejado a ritmos elevadísimos. Pero también de que los ataques están imponiéndose en muchos momentos a las defensas. En todo caso, ello no hace más que confirmar la importancia de éstas y de las porterías a la hora de desequilibrar los partidos.

El Bada Huesca ha visto en estos últimos tres encuentros marcadores muy altos, en dos ocasiones felizmente, con las victorias contra el Logroño (36-32) y Benidorm (37-30) y en otra con derrota en Puente Genil (43-32).

En los tres casos, los equipos que salieron derrotados compartieron análisis de sus entrenadores: se había defendido poco y así es complicado ganar.

Por un lado, se confirma la tendencia ya vista en los últimos años y cada vez más extendida de correr de forma constante. Lo hizo Benidorm en Huesca y tanto en contraataque como en contragol, pero lo hacen ya una mayoría de equipos. Se eleva el número de posesiones y los goles de forma proporcional.

Pero también está sucediendo que incluso en posicional los ataques parecen tener más éxitos que las defensas en muchos tramos y hay intercambios de goles con parciales cada cinco minutos con cuatro o cinco goles por equipo.

La dificultad para llevar a cabo cambios ataque-defensa en esos entornos también pueden estar teniendo influencia, junto a la capacidad de los equipos para combinar poderío lanzador y juego con pivote o extremos que hacen muy difícil controlar todo. Cada vez es menos frecuente ver apagones goleadores de largos minutos de uno o de los dos equipos, como solía pasar.

Contra Logroño, se llegó al descanso con 17-16, en Puente Genil con un llamativo 23-15 y el sábado contra Benidorm, con un 17-18. Y los parciales de la segunda parte no decayeron, 19-16 contra Logroño, 20-17 en Puente Genil y 20-12 en Huesca. Es algo que también pone hincapié en la importancia de las preparaciones físicas y las rotaciones.

En esas circunstancias, bajar mínimamente el número de goles del rival puede ser definitivo y es lo que consiguió el Bada en los dos partidos que ganó.

Esa tendencia al incremento de goles se aceleró hace un par de temporadas y se confirma. Este año se ha batido el récord de goles en una jornada, la decimoquinta, con 523 goles en sus 8 encuentros (65,3 por partido)

Seis equipos superan ahora los 30 goles de media y el que menos ha metido es el Puerto Sagunto, con 26.6. La campaña anterior ocho equipos acabaron la liga por encima de 30 goles e incluso el Cisne, colista, acabó con 28,5

Retrocediendo a la campaña 2020-2021, con 18 equipos en Asobal tras la pandemia, solo el Barça superó los 30 goles por partido. Y Nava y Cangas se salvaron con medias de 24,5 y 24.

En las dos últimas campañas también se ven equipos en la zona alta de la tabla, entre los cinco primeros, que encajan más de 30 por partido. Algo también nuevo, pues si algo caracterizaba a esos equipos es que recibían pocos goles, sobre 25.