SD Huesca

segunda división

La afición azulgrana, lo mejor de una dura derrota

Los oscenses acudieron a la llamada del club ante un partido vital, aunque se esperaba mejor entrada en El Alcoraz

La afición azulgrana, muy entregada durante el partido, lamenta una acción errada por el Huesca.
La afición azulgrana, muy entregada durante el partido, lamenta una acción errada por el Huesca.
Laura Ayerbe

La afición azulgrana respondió una vez más ante la llamada que realizó el club durante toda la semana para intentar llenar El Alcoraz, por donde deben pasar las opciones de la SD Huesca de mantener la categoría, un reto que se antoja cada vez más complicado. Y lo hizo antes, durante y después del encuentro, aunque se esperaba una mayor afluencia de público dado que no quedaban entradas disponibles para el trascendental duelo de ayer.

Horas antes del pitido inicial, los aledaños del feudo oscense ya mostraban el aspecto de las grandes citas. El recibimiento a los jugadores volvió a ser multitudinario, como hace dos semanas en el derbi aragonés, lo que hacía presagiar un gran ambiente en el desarrollo del vital choque ante el Oviedo. Muchos jóvenes se acercaron para dar ánimos a sus ídolos, con banderas y bufandas que daban calor y ponían color a la llegada de la plantilla de Antonio Hidalgo.

Los primeros minutos se desarrollaron con un Alcoraz medio lleno, para los optimistas, o medio vacío, para los más pesimistas. La hora no ayudaba y la gente, en turno de comida, tardaba en llegar. Poco a poco, a cuentagotas, se fue llenando el estadio azulgrana hasta llegar a los 6.607 aficionados que coparon las gradas, una cifra por debajo de la esperada y, posiblemente, de la importancia del partido.

Pese a ello, las gargantas que se reunieron en El Alcoraz se hicieron notar durante los noventa minutos, animando a su equipo en los buenos momentos (primera parte) y en los malos (la segunda mitad). También se enchufó para celebrar un penalti por mano que señaló González Francés en primera instancia, así como para protestar tras ser anulado una vez revisado en el VAR.

También hubo pitos al juego del equipo por momentos, lógico, e incluso una pequeña trifulca entre algún aficionado y Joaquín una vez finalizado el encuentro. Y es que, tras la derrota, la delicada situación en la que queda el equipo pone los nervios a flor de piel. No es momento de que haya fricciones entre afición y jugadores, pues la combinación de ellos será la receta del éxito en próximos partidos.

Así, los partidos contra el Racing de Santander (jornada 40) y Levante (jornada 42), ambos en El Alcoraz, deberán ser definitivos para los intereses de la SD Huesca, que, como dice Antonio Hidalgo, va a necesitar a su afición para sacar esta dinámica adelante.