Huesca

CORONAVIRUS

Las atenciones por abuso de alcohol se disparan un 128,6 % en Huesca por la covid

Proyecto Hombre trató en 2020 a 48 personas con esta adicción, frente a las 21 de 2019

Elena Palacio durante una atención a un usuario en el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca.
Elena Palacio durante una atención a un usuario en el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca.
Pablo Segura

El incremento del paro, la incertidumbre sobre el futuro, la falta de recursos y la ansiedad provocada por el confinamiento y las restricciones han hecho que las atenciones por consumo de alcohol en Proyecto Hombre se disparen un 128,6% a causa de la pandemia de la covid-19, afectando por primera vez en gran medida a las mujeres.

Elena Palacio, responsable de Programas del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca (Proyecto Hombre), expone esta situación como la punta de un iceberg, ya que la crisis económica y sanitaria originada por el coronavirus también ha provocado que crezcan otros consumos de sustancias como la cocaína, cuyas atenciones han aumentado un 56,7 %.

Los datos se desprenden de la Memoria 2020 del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca que recoge la actividad de esta entidad en un año muy complicado que ha pasado factura a quienes sufren algún tipo de adicción. Así, por consumo de alcohol se atendió en 2020 a 48 personas frente a las 21 de 2019, y por cocaína las asistencias fueron 58, siendo 37 en el año anterior. Hubo quien se refugió en el juego, ya que los casos por ludopatía también han aumentado, en este caso un 50 %, pasando de 12 a 18.

En total, el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca realizó el año pasado 303 atenciones, 20 de ellas a adolescentes, mientras que el 2019 fueron 251. Para Elena Palacio este incremento de consumos y asistencias es el reflejo de diversos factores. El consumo de alcohol ha crecido entre jóvenes que debido a las limitaciones marcadas por la covid “se montan sus fiestas en pisos de estudiantes”. Y en este sector de población también han aumentado los problemas por dependencia y pérdida de control con las apuestas ‘online’.

En cuanto a los adultos, explica que la ansiedad ha causado, además, que crezca el consumo de ansiolíticos en los usuarios de Proyecto Hombre con un cuadro de policonsumo.

“Durante el confinamiento no se podía salir a la calle, pese a ello los drogodependientes se buscaron la vida y vemos que ha subido el consumo de cocaína. En cuanto al alcohol, es accesible a cualquiera y más barato, por lo que se disparó su uso como un modo de evadirse”, detalla.

Y apunta que, “normalmente, aunque una persona consuma cocaína también toma alcohol y psicoestimulantes”. En esta línea, en cuanto al perfil de los usuarios de Proyecto Hombre explica que un 20 % sufre desestructura social, es decir, no tienen recursos y pueden vivir en la calle o en desamparo. Otro 20 % son adolescentes con familias más o menos normalizadas y el 60 % restante son adultos que, en general, “llevan una vida bastante estructurada”. De ellos, en torno a un 10 % ha perdido el trabajo por consumo de sustancias y el resto tienen un empleo.

El año pasado, apunta Elena Palacio, crecieron las atenciones a mujeres con adicción al alcohol. “Ellas beben más en soledad, en casa, porque socialmente se les juzga más que a los hombres por ello. Hay mujeres que utilizan el alcohol como un psicólogo con el que afrontar sus problemas y es muy difícil que reconozcan su dependencia”, advierte.

Esta entidad sin ánimo de lucro también tendió su mano el año pasado a 90 familias de personas con problemas de adicción, frente a las 53 a las que se ayudó en 2019. Madres, padres, parejas o hermanos encuentran en el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca, una luz a la que aferrarse.

Además, Proyecto Hombre en Huesca llegó en 2020 a 2.802 alumnos de 14 centros educativos del Alto Aragón en los que puso en marcha su programa de prevención escolar y comunitaria, apostando por la vía telemática debido a la pandemia. En lo que va de 2021, avanza, ya se ha llegado a casi 600 estudiantes.

Cada año Proyecto Hombre diseña campañas de prevención enfocadas a los jóvenes. Y en esta línea, dentro del Programa de reducción de daños, plantean un uso responsable del alcohol, “porque sabemos que los jóvenes en el grupo de iguales, van a divertirse y esta sustancia está presente en algunos colectivos”.