CONFLICTO
Los técnicos del Ayuntamiento reiteran que la Alegría Laurentina pertenece a Hostelería
El Ayuntamiento de Huesca explica sus razones para dar a la peña esta consideración
Tras el anuncio de la Peña Alegría Laurentina de su participación en la cabalgata de carnaval, a la que inicialmente no se habían inscrito, y su intención de hacerlo a modo de protesta después de volverles a denegar la autorización para ser local de ocio, desde Ayuntamiento de Huesca han explicado las razones por las que no se les puede otorgar esta consideración y se valora también su acción de protesta.
Así, en declaraciones a este periódico Iván Rodríguez, el concejal de Urbanismo, indica en primer lugar que “tienen todo el derecho a desfilar con el resto de comparsas” y que su participación será “bienvenida” y por tanto “no debería haber ningún problema en que acudan”.
Y en lo que respecta a la solicitud explica que “cuando se dan licencias acreditativas el local, al margen de que las actividades sean públicas o privadas, este debe ser seguro”.
En cuanto a la celebración de la fiesta de carnaval, añade que desde la peña “están confundiendo un poco las cosas” y es que, continúa, “como en la actualidad no tienen licencia de nada no se les puede dar permiso para determinadas actividades”, incidiendo también en que “es un local muy grande con muchos socios”.
En relación a la licencia de local de ocio remacha que “los técnicos han analizado la normativa y consideran que no les corresponde”. Alude al artículo 72 de la ordenanza municipal reguladora de las actividades de hostelería y similares: “Dentro de las actividades no reglamentadas, previstas en el Grupo XI, se incluyen los locales abiertos que sirven de punto de encuentro y reunión a un colectivo de personas asociadas y agrupadas, de hecho o bajo una asociación legalmente constituida, y a otras personas con su consentimiento”. Y es este argumento por el que la peña se considera que está dentro del sector de hostelería.
Al mismo tiempo recuerda que la normativa de locales de ocio, nació para regular “los pisos en malas condiciones que tenían los grupos de jóvenes y suponían un riesgo por su estado”.
