Comarcas

COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

La Asociación contra el Cáncer llega hasta el hogar más lejano por la equidad

#CONTRALADESPOBLACIÓN

El equipo de la Asociación Española contra el Cáncer en Huesca.
El equipo de la Asociación Española contra el Cáncer en Huesca.
AECC en Huesca

El cáncer es igual para todos, pero no todos somos iguales frente al cáncer. Así resume la Asociación Española Contra el Cáncer las desigualdades que pueden surgir por el acceso a los resultados de investigación, el nivel socio económico y el lugar de residencia. El remedio es la equidad. Por ello, la entidad en Huesca, que mañana celebra su VIII Carrera en la capital, llega hasta el pueblo más remoto de la provincia para prestar servicios, siempre gratuitos.

“La cercanía es lo más importante, el que todos los pacientes y familiares puedan acceder a los recursos si no en su pueblo, en su comarca; y si no se pueden desplazar, vamos nosotros”, explica Yolanda Sanz, psicooncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer, que atiende desde Sabiñánigo el Alto Gállego y Sobrarbe. Precisamente, el grupo del Alto Gállego es muy activo y hoy celebra una marcha en Larrés.

Es también coordinadora del equipo psicosocial, compuesto por seis psicólogas y dos trabajadoras sociales, que cubren toda la provincia, a partir de las sedes que hay en cada cabecera comarcal.

Además, el cáncer cuesta dinero: hay personas que pierden su trabajo, que tienen que costearse tratamientos en Madrid, en Santander... “No todo el mundo es igual ante el cáncer porque al tener que desplazarse a Huesca o Zaragoza, por ejemplo, pierden muchas horas con el transporte para un tratamiento de 15 minutos”, detalla.

Por ello, la importancia de la “cercanía” la destaca también la psicóloga Rosa Fraile, que desde Fraga se desplaza a las sedes de Binéfar, Monzón y el resto de esas tres comarcas. “Nos desplazamos a donde sea necesario, a pueblos muy pequeños, porque no hay muchos medios de transporte públicos. Es uno de los inconvenientes que detectamos de vivir en el medio rural para los tratamientos y las visitas médicas”, apunta.

Por ello, “estamos en cada capital comarcal para que tengan un sitio de cercanía tanto para la atención psicológica, trabajo social, como puntos de encuentro para personas que han pasado por un proceso oncológico”, comenta Fraile. En este sentido, Yolanda Sanz resalta la importancia de los voluntarios por la obtención de recursos, el acompañamiento de pacientes -para el que los forman- y para prestar su testimonio porque “nadie mejor puede ayudar que alguien que haya pasado por lo mismo, y eso para el paciente es muy importante”.

Además, “la pandemia nos ha abierto el campo de trabajo ‘online’, porque todos los talleres se centralizaban en Huesca y ahora están abiertos a toda la provincia”, apunta Yolanda. De este modo, pueden seguir desde talleres terapéuticos de duelo, a automaquillaje, yoga o cuidado de la piel, entre otros. Por ello, Rosa abunda en que permite una manera de trabajar “más cercana”. Además, hay un teléfono 24 horas y 365 días al año en el que siempre hay un profesional para escuchar.

Al mismo tiempo, la intervención de las trabajadoras sociales es fundamental. Ahí está Sandra Paloma, en el área del sector Barbastro. “Hay una pérdida económica por quedarse sin trabajo, por la excedencia del cuidador principal... Se pierde poder adquisitivo y, en otros casos, aumentan mucho los gastos. Trabajamos con las familias para reorganizar esa economía, para darles herramientas”, comenta. “Es fundamental que nos podamos desplazar a sus casas, ya que no en todos los pueblos hay transporte público”, señala. Vuelve a mencionar la palabra clave: cercanía. “Es importante entender la enfermedad y cómo les cambia la vida, aportarles seguridad y que sepan que hay personas que les van a acompañar en el proceso”, explica.

Yolanda Sanz y Rosa Fraile, que llevan muchos años en la entidad, se muestran encantadas de trabajar en el medio rural. Fraile, que vive en Fraga, resalta que “la gente está muy agradecida de tener esos servicios de cercanía y no tener que ir a una ciudad”. “Trabajar con pacientes de cáncer es duro, pero te queda el agradecimiento”, indica Yolanda, que se siente afortunada por hacerlo en su localidad, en Sabiñánigo. La Asociación en Huesca presta servicio, genera empleo y asienta población en el medio rural.