"La mujer rural es, además, especialmente vulnerable"

Durante toda esta semana, distintos puntos de Graus, como la fachada consistorial, lucen motivos visibilizando el Día Internacional del Cáncer de mama. Campo celebra este domingo su marcha para recaudar fondos, impulsada por una mujer recuperada de cáncer de mama, mientras Benabarre la prepara para el domingo próximo. No es casual que en los pueblos se incida en visibilizar a la mujer rural con cáncer porque, si “la desigualdad frente al cáncer de quienes vivimos en el mundo rural frente a quienes están en la ciudad es tremenda”, asegura la presidenta de la junta de la AECC Graus-Ribagorza, María José Melgarejo. “La vulnerabilidad es mayor en la población femenina y, sobre todo, en las mujeres del medio rural, ahí hay una desigualdad abismal”, lamenta.

La AECC está trabajando bajo la premisa de que “no todos somos iguales frente al cáncer, aunque el cáncer es igual para todos” y evidenciando la necesidad de buscar “la equidad”, recuerda Melgarejo. El factor socioeconómico y el lugar de residencia condicionan esa desigualdad. “En nuestra zona de montaña, la distancia entre las poblaciones y los centros hospitalarios hace que los desplazamientos de los pacientes sean excesivamente largos y penosos para los enfermos, porque no están en su mejor situación ni física ni psicológica”, explica. Los tratamientos de radioterapia se siguen en Zaragoza, principalmente, lo que supone cuatro horas de desplazamiento para un paciente de Graus y seis, siete en estos momentos con la N-260, para uno de Benasque. “Hay una desigualdad de partida por vivir aquí”, asegura.

La incidencia socioeconómica es aún mayor en el medio rural. “De partida, a igual trabajo en muchos casos cobran menos que los hombres y, además, se ocupan de la casa y los hijos y, muchas veces, de las tierras o los animales. Así que el cáncer en esos casos es una bomba para la familia”, relata.