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El Museo "Virgen de la Peña" de Graus amplia su colección con iconos antiguos

Las nuevas piezas son principalmente del siglo XIX, aunque hay algunas del XVIII

Vista del museo.
Vista del museo de iconos Virgen de la Peña de Graus.
E.F.

El Museo de Iconos Virgen de la Peña está completando su colección con iconos de siglos pasados, sobre todo, del siglo XIX. Los iconos antiguos suponen, con las nuevas adquisiciones, algo más de un 10 por ciento de los 200 totales que se exponen en este museo parroquial ubicado en la emblemática basílica de la Peña de Graus y que comenzó su andadura en el año 1997.

En aquellos primeros años, recuerda el director del Museo de Iconos, Constancio Arigita, "primaba la apuesta de fomentar el ecumenismo con encuentros de oración y cursos de teología. En las colecciones expuestas entonces, las reproducciones tenían mucho peso". Agrega que el origen y la razón del museo grausino fue "dejar constancia de l renovación de la iconografía y recuperar y acentuar el afán evangélico de los iconos a lo largo del siglo XX y a lo ancho de toda las iglesias de Oriente". Los iconos de ese periodo "son el ama y entretejen el guion expositivo" a lo largo de las siete salas que componen este espacio museístico.

Y, aunque el museo sigue centrado en explicar por qué en el siglo XX se renovó la iconografía, se contaba con pocos iconos antiguos porque las reproducciones cumplían ese papel. "La guerra en Yugoslavia fue el comienzo y ahora la guerra en Ucrania ha sido como volver al comienzo del museo. Aunque es muy difícil recuperar los encuentros de oración, ecumenismo, los cursos de teología, un movimiento que hoy está apagado, hemos buscado ese contraste entre lo de antes, los fervores, y el intento del siglo XX y hemos pensado que ampliando los iconos antiguos podíamos darlo a conocer", relata Arigita.

La guerra de Ucrania impide el contacto que se venía manteniendo desde el museo con Rusia, y se han intensificado las relaciones con Rumanía, en concreto con un sacerdote con quien " hemos compartido intereses y amistad y que esperamos que nos visite, el cura Toderitá Rusu". Gracias a él se han adquirido muchas de las nuevas piezas. "Por ser del siglo XIX no tienen especial mérito. Pero, por ejemplo, algunos iconos ucranianos tienen el mérito de ser un homenaje a la gente que está sufriendo. Hay alguno del XVIII, pero sobre todo del XIX".

Los iconos son en el museo grausino "testigos de la voluntad de Dios de Jesús por salirnos al paso, como el cara a cara de ese Dios con nosotros. Ante nosotros, en los desposeídos, marginados, desahuciados, los que sufren". De ahí, rincones que invitan a la oración por Ucrania, como una pequeña colección de cruces del pasado siglo, de cuando los zaristas se enfrentaron a los revolucionarios.