Huesca

SECTOR AGROALIMENTRIO

La trufa negra se convierte en un motor de desarrollo del Alto Aragón: de 10 a 1.700 hectáreas en 18 años

La superficie ha crecido desde 2002, cuando la Diputación Provincial de Huesca comenzó a dar ayudas que alcanzan ya los 5,5 millones de euros

La trufa negra, Tuber melanosporum.
La trufa negra, Tuber melanosporum.
DPH

La trufa es un hongo de forma globosa que vive bajo tierra asociado a raíces de encinas o robles, es comestible y se usa como condimento. Y la truficultura es una actividad que está en pleno proceso de desarrollo en Aragón, con un crecimiento aproximado de 500 hectáreas anuales y una superficie de 10.000 kilómetros cuadrados aptos para el desarrollo de la trufa negra.

El 44 por ciento de los campos de esta planta en España se encuentran en Aragón, 12 de 27, y suponen cerca del 75 por ciento del total de la producción anual del país. El 11 por ciento del total mundial de las plantaciones productoras de trufa negra se encuentran en Aragón y se estima que el 20 por ciento de la producción global de estos hongos es aragonés.

La temporada de trufa comienza en noviembre, y dura aproximadamente hasta marzo. 

Una truficultora recolecta trufa con la ayuda de un perro trufero, ayuda indispensable para recogerla en el punto idóneo de maduración.
Una truficultora recolecta trufa con la ayuda de un perro trufero, ayuda indispensable para recogerla en el punto idóneo de maduración.
DPH

Hace veinte años que la Diputación Provincial de Huesca (DPH) y el sector apostaron decididamente por el desarrollo de la trufa en el territorio. Con este interés, esta entidad ha promocionado jornadas para la promoción de la trufa en la restauración para acercar su degustación a todo el público, y lo ha venido haciendo de forma itinerante por la provincia. Han recorrido Huesca, Barbastro, Aínsa, Graus, Tamarite de Litera, Sabiñánigo, Binéfar, Fraga, Monzón, Jaca y Boltaña. Y el Mercado de Graus es otra oportunidad para comprar trufa o probarla en forma de tapa. El próximo 11 de diciembre tendrá lugar la “II Feria de la Trufa de Graus”.

Para hacer posible ese desarrollo de la trufa en el Alto Aragón, desde el año 2002, la Diputación Provincial convoca ayudas para el establecimiento de nuevas plantaciones y para la mejora de las ya existentes mediante la instalación de un sistema de riego. “Con estas subvenciones se quiere potenciar el cultivo de la Tuber melanosporum como motor de desarrollo en el medio rural, pero también diversificar la economía en aquellas zonas donde exista la posibilidad de que este cultivo funcione”, apunta Roque Vicente, presidente de la Comisión de Desarrollo y Sostenibilidad de la Diputación Provincial.

En 2020 esta entidad otorgó subvenciones por valor de 160.000 euros a 27 beneficiarios. Pero desde que se empezaron a conceder hace 18 años, la DPH ha ayudado a empresas y productores a instalarse o mejorar sus plantaciones con subvenciones por valor de 5.418.030 euros. Desde 2002, se ha pasado de 10,7 a 1.661 hectáreas dedicadas a este cultivo en todo el Alto Aragón.

Vivero de carrascas micorrizadas.
Vivero de carrascas micorrizadas.
DPH

Hoy en día, la trufa está trasformando los cultivos y cocinas altoaragonesas y cada año encuentra más y mejor acogida entre productores, hosteleros y comensales. Con el fin de dar a conocer este hongo, la Diputación de Huesca decidió poner en marcha en 2009 el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET), situado en la localidad ribagorzana de Graus. Desde que comenzó su andadura, el CIET mantiene abiertas varias líneas de investigación que buscan mejorar la producción y el aprovechamiento de la trufa y también presta servicios de asesoramiento, formación o edición de materiales de interés para el cultivo de la trufa.

Uno de los últimos proyectos en los que está trabajando es en la creación de una red de parcelas colaboradoras, parcelas privadas destinadas a la truficultura, donde mediante acuerdos de colaboración se puedan realizar trabajos en parcelas de diferentes edades y condiciones de suelo, altitud, etc… para profundizar en la investigación sobre las condiciones óptimas de cultivo.

La respuesta de los truficultores ha sido muy elevada, y ya se está trabajando en este cometido, en más de 50 parcelas. Además, se están realizando bioensayos y se ha puesto en marcha un sistema molecular de certificación de planta micorrizada.

Análisis de la trufa en el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET) de Graus.
Análisis de la trufa en el Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET) de Graus.
DPH

Por otro lado, la investigación a largo plazo está vinculada a la gestión racional y económica de la parcela experimental del CIET donde se aplican técnicas poco usuales para el tratamiento del terreno basadas en el laboreo mínimo, enervado natural del mismo y ausencia de tratamientos químicos. También se estudia el efecto que pueden causar en la producción, distintos tipos de poda, el riego, los aportes de esporas y la flora acompañante.

Y si en 2009 se ponía en funcionamiento este Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura, en 2010 comenzó su actividad en Graus la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa de Aragón. Después del trabajo de todo este tiempo, la pasada primavera, los miembros de esta Asociación dieron un primer paso histórico hacia la creación de la Marca Trufa Negra de Aragón, indispensable para conseguir la Denominación de Origen Protegida que avale el mercado aragonés, clave en el sector a nivel internacional con más de la mitad de la producción mundial, pero sin reconocimiento oficial.

Graus, al albergar el CIET sería la sede principal de esta marca inclusiva que promueven conjuntamente con los truferos zaragozanos de la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa Negra de las Comarcas de Zaragoza (Truzarfa) y el apoyo de las Diputaciones de Huesca y Zaragoza.

El presidente de la Asociación de Truficultores y Recolectores de Trufa de Aragón, David Royo, dice que los objetivos que se persiguen trabajando por esa Denominación de Origen Protegida, es la promoción comercial de un producto diferenciado por la calidad, así como luchar contra el fraude, los malos etiquetados y los aromas, y posibilitar la interlocución con las administraciones públicas.

La marca aportará como ventajas principales para el productor, la publicidad, nuevos canales de promoción, diferenciación del producto, buenas prácticas, certificación de calidad y podrá decidir qué lotes incluye en la marca.

David Royo dice que en estos momentos están inmersos en crear la Federación de la Trufa Negra de Aragón. “Estamos trabajando mucho en la estructura interna y ahora preparamos un convenio para firmar con el CITA para elaborar el reglamento de calidad que podríamos decir, es la parte fundamental de una marca para que se dé esa seguridad al consumidor de que realmente está consumiendo trufa de calidad. El pasado día 25 ya presentamos lo que es la marca y el acta constitucional de la Federación”.

La temporada de recogida de la trufa comenzó el pasado día 15 y se prolongará hasta marzo. “Esta es una campaña irregular. En la provincia de Huesca hemos tenido un verano seco, prácticamente no ha llovido. De las plantas con regadío se espera una buena cosecha, pero de todo lo que es secano y trufa de monte, se espera muy pequeña cantidad excepto en zonas muy puntuales donde han caído tormentas de verano. Esperamos que este diciembre se pueda consumir trufa de más calidad que otros años”.