Ribagorza

RIBAGORZA- 40 ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA DE ARAGÓN

José Franch: "El Estatuto ha permitido decidir a los pueblos pequeños y acercarles servicios"

Forma parte del ayuntamiento de Torre La Ribera, primero como concejal y desde hace 31 años como alcalde por el PSOE

José Franch, alcalde de Torre La Ribera
José Franch, alcalde de Torre La Ribera
E.F.

El Estatuto de Autonomía de Aragón ha permitido, a juicio de José Franch, que los Ayuntamientos pequeños decidan sobre sus necesidades y acercarles los servicios a través de las diputaciones y las comarcas, pero queda mucho por hacer. “La población no se acaba de asentar. Yo creo que se han mejorado los servicios, pero aún así, faltan muchos en los pueblos pequeños y considero que debería haber beneficios fiscales que compensaran los gastos de más que supone vivir aquí, siempre con el coche con el depósito lleno en la puerta. Hay carencias en viviendas para los trabajadores y el transporte público sigue siendo insuficiente”, considera Franch, tras décadas lidiando en una comarca amplia, despoblada y dispar que, al constituirse en virtud al Estatuto, aglutinó a 34 municipios muy dispersos que sumaban algo más de 12.000 personas, con sensibilidades, necesidades e incluso lenguas diferentes.

El político y empresario ribagorzano, que preside desde hace 16 años la Asociación de Balnearios de Aragón, ha desarrollado su labor pública ya siempre en el marco del Estatuto de Autonomía. Desde 1983, forma parte del Ayuntamiento de Torre la Ribera, primero como concejal y, desde hace 31 años, como alcalde por el partido socialista. Bajo las mismas siglas, ha sido durante 12 años presidente de la Comarca de la Ribagorza, donde confiesa haber sufrido más para convencer al territorio, dividido cuando se creó la comarca en 2002 en hasta 7 mancomunidades, de que el nuevo ente supramunicipal no iba a restar poder a los Ayuntamientos.

“Lo principal del Estatuto ha sido el poder decidir desde el Ayuntamiento, sobre todo en Ayuntamientos pequeños. Poder tomar las decisiones de las obras. Lo hemos notado con los planes de Obras de Diputación. Cuando entré como alcalde, había pueblos sin depósitos de agua, las calles eran pistas y la autonomía nos ha permitido mejorar los servicios”, comenta en relación a su municipio, que ronda los 90 habitantes y forma parte de una Agrupación de municipios con Isábena y Beranuy. “Somos tres Ayuntamientos, que compartimos secretario, con Beranuy también el alguacil y material. No nos podemos quejar porque la relación es buena entre los tres y sabemos que lo más importante es acercar los servicios a los vecinos”, asegura Franch, quien enumera a cada uno de los seis secretarios que han pasado por su Ayuntamiento, mientras espera que les manden al séptimo, ya que no es fácil que el personal se asiente en estas zonas. En Torre la Ribera, Franch gobierna con 5 de los 5 concejales, una mayoría “total”, tras varios mandatos con mayoría absoluta.

A nivel comarcal, alude a las dificultades sufridas, sobre todo durante los primeros años tras la creación, en 2002, de la Comarca de la Ribagorza, al amparo del Estatuto de Aragón. “De presidente de la Comarca sufrí más”, recuerda, tras ser nombrado por primera vez en 2003, cogiendo el relevo de Eusebio Echart, que fue presidente durante algo menos de un año. Tras sus 12 años al frente de la Comarca de la Ribagorza, Lourdes Pena presidió el siguiente mandato y fue sustituida por Marcel Iglesias, actual presidente, por lo que Franch ha sido, de momento, quien más tiempo ha ostentado el cargo. La creación de la comarca supuso aglutinar seis mancomunidades y Benasque que funcionaban con relativa autonomía. “Todo pasó a comarca, las basuras, los bomberos, las asistentas sociales. Fue difícil de conjugar porque los cambios crean suspicacias. Esto no era como Barbastro, con una comarca y una mancomunidad. Aquí había 7 mancomunidades y la nueva forma de hacer política costó. En los 12 años que estuve, bajaba todos los días, aunque, a nivel organizativo, la primera legislatura fue la más complicada. Había alcaldes de mucho tiempo que veían esto como una pérdida de poder, como perder privilegios y autonomía, cosa que no era la intención de nadie. Intentamos sacar las cosas adelante y que todo se solucionase mejor”, asegura, incidiendo en la voluntad que siempre tuvo de conseguir el consenso.

La comarca unificó el servicio de basuras, la ayuda a domicilio, los bomberos, “que gracias a Dios se los ha quedado la DPH y ha sacado un coste importante a las comarcas. Era lo peor. Nos costaba un dineral y tuvimos que sacar los parques de Benasque y Castejón y ponerlo en Villanova. No podíamos pagar las guardias en dos parques tan cercanos. Se hizo el parque de Benabarre. En Graus, se arregló la sede de Casa Heredia. Primero estaban en las casas de deportes del Ayuntamiento, luego pasamos al instituto viejo, en las antiguas aulas y, después, ya vinimos a Casa Heredia, en la plaza Mayor de Graus, donde se hizo una gran obra. Montamos el transporte escolar de toda comarca. Se hicieron muchas cosas”, enumera, satisfechos porque la proximidad de los servicios redunda en una mejor calidad de vida, aunque considera que se debe hacer más para asentar población.