SD Huesca

OPERACIÓN OIKOS

Dos años de la ‘pandemia’ Oikos

El abogado del Huesca, Pedro Camarero, destaca que el club debe quedar fuera del proceso

Pedro Camarero junto con José María Fuster-Fabra y José María Oliván, en sede judicial.
Pedro Camarero junto con José María Fuster-Fabra y José María Oliván, en sede judicial.
Pablo Segura

El abogado del Huesca, Pedro Camarero, sostiene que dos años después del estallido de la Operación Oikos el club azulgrana debe quedar fuera del procedimiento.

Comenta el letrado que la instrucción está ya en su fase final, aunque el plazo finaliza en noviembre, y que faltan las declaraciones de los jugadores del Reus que en su día no pudieron asistir e imagina que será entonces cuando el juez dictará el auto de procesamiento.

“Entendemos que no hay ningún tipo de prueba que haga prever que la posición del Huesca se pueda mantener en el proceso”, señala Camarero, quien reafirma que “si se demuestra que la SD Huesca como persona jurídica cumplió en todo momento con sus obligaciones legales, como así ha quedado acreditado, sería de aplicación la eximente que recoge el Código Penal 31 bis. Eso lo tiene que reflejar el juez en el auto de procesamiento”.

Admite el daño que ha sufrido la entidad en su reputación, pese a que en la ciudad no ha generado ninguna objeción y deportivamente el equipo no fue penalizado ya que ascendió a Primera División. La principal afectación correspondió en el momento de obtener financiación. “Todas las entidades financieras, cuando estás incurso en un procedimiento judicial, sales reflejado y por su propio programa de cumplimiento normativo te impide incluso en algunos casos trabajar con ellos. Pedir créditos no valía en ese momento, hubo muchos impedimentos”.

Sin embargo, la solvencia del club y sus recursos propios, con reservas importantes, fueron un alivio e incluso la entidad también se benefició de una financiación a través de LaLiga con un fondo de inversión pignorando parte de los derechos de televisión.

La Operación Oikos se inició por un presunto amaño en el partido Huesca-Nàstic de la penúltima jornada de la temporada 17-18 con el equipo ya ascendido. Dos años más tarde “en el proceso ni se habla de ese partido. Ha decaído hasta la ignorancia más absoluta. Ahora se sustancia el proceso en las primas a terceros del Reus-Valladolid. Es lo único con entidad que queda”, señala Pedro Camarero.

Todo lo demás ha quedado desvirtuado, según Pedro Camarero, quien recuerda que la Comisión Nacional del Juego acreditó que nadie había apostado y que nadie vinculado a ninguno de los clubes afectados lo había hecho. Tampoco se ha apreciado enriquecimiento patrimonial de nadie cercano a ese partido.

Camarero no ve motivos para considerar la existencia de una organización criminal dedicada a las apuestas y amaños de partidos y predeterminación de resultados o una trama de corrupción. “Desde el club se habían implementado esa semana todas las medidas que marcaba el manual de cumplimiento”, afirma.

En cuanto al Reus-Valladolid, con el presunto pago de una prima del Huesca al Reus por ganar, Pedro Camarero señala que “debe acreditarse una entrega de dinero y no hay ninguna prueba en el proceso que demuestre que nadie se haya llevado dinero, ningún soporte, ni averiguación patrimonial, ni movimientos contables que hagan pensar que eso ha sido así. Así, pierde cualquier tipo de solidez un pago de primas porque no existe el dinero”.

Después de tres auditorías -una del CSD y otra de LaLiga- tampoco hay pruebas para dudar del juego limpio del Huesca, según Camarero. “Van por las obras y por el robo que hubo en El Alcoraz. Intentan hacer un relato con la investigación que han montado. Al juez le venden que esas primas a terceros existieron, que las pagaron engordando las facturas de los proveedores de obras y que hubo que recurrir a prestamistas que son los que aparecen en la hoja del despacho de Agustín y que el origen del dinero está en el robo que hubo de la taquilla con el Getafe cuando está todo acreditado e incluso quienes lo hicieron fueron detenidos, el cabecilla murió y una de las implicadas está consignando en el juzgado 200 euros mensuales destinados al club para aminorar la pena de prisión”. “Es un tema tedioso. Para la gente implicada de forma directa es una auténtica agonía. Esto en el futuro será muy difícil de reparar”, concluye Camarero.