125 ANIVERSARIO
Intervención Social de Cruz Roja se vuelca con la ayuda a los más desfavorecidos
Este área de Cruz Roja cuenta con numerosos programas para apoyar a las personas que peor lo están pasando
Con la evolución de Cruz Roja y su transformación en una entidad cada vez más alejada de sus cometidos fundacionales, la parte social cobra una relevancia cada vez mayor y un ejemplo de ello son los 3.500 altoaragoneses que son atendidos cada año por el área de Intervención Social de la organización.
Una de estas personas es Marta Márquez, de 61 años de edad. Residente desde hace tres años en Huesca, Marta recaló en la capital altoaragonesa procedente de El Salvador y afirma que en estos años “Cruz Roja me ha atendido muy bien”, tanto en lo emocional como en la ayuda alimenticia y en la búsqueda de un empleo.
Marta trabaja -es cuidadora de ancianos por horas- pero no tiene jornada completa, por lo que necesita en ocasiones de la ayuda que presta la entidad que estos días celebra sus primeros 125 años. “Es una gran ayuda porque a veces el sueldo -con un trabajo que no es de jornada completa- no alcanza para cubrir todos los gastos”, explica.
En sus primeros días en Huesca, Marta se inscribió en Cruz Roja por el reparto de alimentos y también entró en los talleres de inserción social.
“Bárbara Bernárdez está pendiente de mí, también emocionalmente porque al principio estaba muy sola y también para ofertas de trabajo. También he estado con Laura Gutiérrez en talleres y he dado un taller con ella”, señala en agradecimiento al trato humano del personal de Cruz Roja.
Marta asegura, basándose en su propia experiencia, que estar en Cruz Roja “ayuda mucho”, tanto en lo material -ayuda alimenticia al inicio- como también en lo emocional porque “estás con otras personas, no te sientes abandonada”, especialmente cuando una persona viene de otro país, como es su caso, y no tiene la red de apoyo que sí tienen muchos españoles.
Además, la cuidadora de ancianos indica que las personas que conoce en Cruz Roja también le facilitan la búsqueda de empleos para poder mantenerse a sí misma.
Multitud de programas para los más vulnerables
El área de Inclusión Social de la Cruz Roja reúne multitud de programas en los que presta servicio a los sectores más vulnerables de la sociedad. Personas mayores, personas con discapacidad, mujeres en dificultad social, extrema vulnerabilidad, infancia, inmigración, refugiados y reclusos, cada caso particular es canalizado por el Servicio de Acogida los lunes, miércoles y viernes de 11:00 a 13:00 horas. Después, un voluntario toma los datos básicos de su demanda y pasa a ser valorado por los trabajadores sociales en el llamado Plan Personalizado de Intervención.
“Se intenta responder a las necesidades de cada persona, realizando un seguimiento y valorando su situación económica y social y viendo donde se puede actuar”, indicó Carmen Ara, directora provincial de Intervención Social de Cruz Roja en Huesca, cuyos planes suelen atender al cabo de un año a alrededor de unas 3.500 personas.
A continuación, desde este área se diversifica la intervención a través de diferentes proyectos. En el caso de las personas mayores hay destinados planes para combatir la soledad, para cuidar la salud, para trabajar el deterioro cognitivo con talleres de memoria o líneas de acción para romper barreras en los domicilios donde viven personas mayores.
Para todos los sectores hay determinada un área de Empleo que atiende las necesidades específicas de los colectivos en cuanto a su situación laboral y social, especialmente para solicitantes de asilo o mujeres.
Tan solo en el año 2020, debido a la afección de la pandemia, el programa de Cruz Roja Responde ayudó a más de 63.000 personas en toda la provincia, en cuanto a situaciones de vulnerabilidad de empleo, apoyo escolar, traslados por la covid-19 o compras domésticas.
