Huesca

EL CAMPO SALE A LA CALLE

Los agricultores colapsan los accesos y el centro de Huesca

Alrededor de 500 tractores participaron en las movilizaciones que han recorrido las calles de la capital oscense este martes

Los agricultores han ralentizado y colapsado el tráfico en diferentes puntos de la ciudad.
Los agricultores han ralentizado y colapsado el tráfico en diferentes puntos de la ciudad.
Laura Ayerbe

Colapsar los accesos a la ciudad y dar visibilidad a sus problemas. Ese era el objetivo y lo cumplieron. Cientos de agricultores de la provincia de Huesca, organizados a través de grupos de WhatsApp, han salido este martes con sus tractores para dirigirse a la capital altoaragonesa a primera hora y mostrar en sus calles el malestar del sector ante la actual situación que atraviesan, exigiendo precios más justos en origen y políticas agrarias con medidas que garanticen la viabilidad de la agricultura y su futuro.

Desde Sariñena, Lanaja, Grañén, Estallo, Hoz de Jaca, Bolea, Ayerbe, Almudévar o Loarre llegaban hasta la capital por las entradas de Alerre, de la carretera de Barbastro o de la de Monegros. En definitiva, por todas y colapsando el tráfico desde primera hora.

Según varios participantes de la movilización, la convocatoria fue un éxito y respaldada por alrededor de 500 tractoristas, según la estimación de la Policía Local. Habían quedado a las siete y media de la mañana para entrar en Huesca en diferentes columnas: bocinas sonando sin parar, alguna que otra esquila y mucha pancarta para dejarse ver y oír, y sobre todo para concienciar. “El campo se muere”, “Sin agricultura no hay futuro. Precios justos”, “Nuestra ruina, vuestra hambre”, “Sin campo, no hay vida” o “SOS, el campo se arruina. ¡Basta!. Más soluciones, menos caridad. Por un futuro para nuestros hijos” son algunos de los lemas que se han podido leer colgados de sus tractores, pero también otros con más ‘sorna’ para llamar la atención de los ciudadanos. “Estamos defendiendo tus cervezas”, rezaba uno colocado en los jardines de la plaza Cervantes, frente a la Subdelegación. Yes que este fue uno de los puntos claves. Hasta en dos ocasiones a lo largo de la mañana se concentraron a sus puertas. También lo hicieron a mediodía en la explanada del Palacio de Congresos, donde micro en mano, algunos dirigieron algunas palabras.

“La situación es límite”, arrancaba Ignacio Almudévar, de Agropal, empresa muy ligada a la agricultura. “Las políticas son insostenibles y quieren que pasemos más tiempo en la oficina que en el campo”, añadía. “El campo es una profesión bonita que queremos seguir manteniendo, pero tenemos unos límites”, explicaba Patricia Martínez, una joven agricultora del Alto Gállego, quien no dudaba en animar a todos a seguir luchando juntos: “Así seremos más fuertes”, sentenciaba.

“Sin reblar”

“No nos vamos a arruinar trabajando”, lanzaba en un ‘sos’ desesperado José Ramón Santolaria en otra de las intervenciones, esta en la plaza de Cervantes. En su relato contaba la vida de muchos de los que allí se concentraban. “Gracias a lo que hicieron nuestros padres hace 30 o 35 años, antes de que comenzaran las subvenciones PAC, estamos hoy aquí”, afirmó. Por eso, y su amor a la profesión, tiene claro que no van “a reblar”.

En sus idas y venidas por la ciudad, y sobre todo por los puntos estratégicos de determinadas salidas de la capital, el recibimiento, en general, fue bueno. Algunos conductores, desesperados. Pero la mayoría comprendía la situación. Yes que son ellos quienes llenan la despensa de alimentos. Se vieron aplausos a su paso por Cavia o en la plaza Cervantes, ánimos para que hicieran sonar todavía más el claxon en Danzantes e incluso quien, sin tener nada que ver con el campo, se acercó a apoyarlos hasta el Palacio de Congresos; también, quienes en el campo ven su futuro, como un grupo de estudiantes de Ingeniería Agroalimentaria que acudieron a apoyar a los agricultores.

Un respiro a mediodía

El mediodía dio un respiro. Algunos se habían organizado y pedido caldereta para llevar en un restaurante (hicieron picnic junto al Palacio), otros improvisaron sobre la marcha para reponer fuerzas en un día que arrancó temprano. Y después, vuelta a la carga. Aunque poco a poco fueron reduciéndose el número de tractores, pasadas las siete de la tarde seguían sonando los cláxones en las circunvalaciones de la ciudad.

Para este miércoles, según informó el Ayuntamiento, está prevista una concentración entre 11:00 y 12:00 junto al Palacio de Congresos, así como una manifestación posterior hasta la plaza de Cervantes para entregar varios documentos en el registro. Para el jueves está convocada la concentración por los sindicatos -aunque Asaja se descolgó ayer ante los recelos de algunos sobre el protagonismo que quieren tener-, aúnque todavía no se conocen datos ni itinerarios.

Aunque los más madrugadores fueron quienes se manifestaron por las calles de la capital oscense, con el paso de la mañana, las protestas se fueron extendiendo por la provincia, ocasionando problemas de circulación en varios tramos de la N-240, en la N-260, a la altura de Aínsa; la N-123, desde Enate a Barbastro, y en la N-211, entre Torrente de Cinca y Fraga, según informó la Dirección General de Tráfico (DGT) en su página web.

Entre dos y tres horas de retrasos se acumularon en algunas de las líneas de Avanza. En los servicios de Jaca y Zaragoza las afecciones fueron leves, con retrasos de unos 10 minutos en las entradas y salidas a Huesca capital, según informó la compañía de transporte de viajeros. El mayor problema se registró en la N-240, en los trayectos a Barcelona, Benasque, Barbastro, Monzón y Binéfar. Algunos servicios llegaron tres horas más tarde a Huesca. Por ejemplo, la línea de Benasque que debería haber llegado a las 9:15 lo hizo a las 12:15.

Tanto para las salidas como para las llegadas hubo “mucho parón” de vehículos en la zona de Binéfar, Monzón y Barbastro, y muchos viajeros no pudieron enlazar con otros servicios tal y como tenían previsto. “Con autobuses de reserva hemos podido organizar la situación para que las afecciones fueran las menos posibles”, comentaron desde Avanza. Concretamente, se llegaron a registrar retrasos de casi dos horas solo en sacar de la capital oscense un servicio Huesca-Barcelona.

También el transporte escolar se vio afectado

También se vieron afectadas algunas líneas de transporte escolar, algo que preocupó especialmente a Avanza por tratarse de menores de edad. Finalmente, los alumnos llegaron a sus centros de enseñanza con cierto retraso en Secundaria, algo que no pasó en Primaria, donde el servicio fue “como el de un día normal”. El regreso a casa de los escolares por la tarde coincidió con la parada de los tractores, sobre las 16:00 horas, por lo que no hubo incidencias.