Huesca

ENTREVISTA

José María Rivera: “La provincia respeta y tiene mucho cariño a las Fuerzas Armadas”

Subdelegado de Defensa hasta el 30 de junio, despide 6 años en los que se han conseguido dos logros importantes para la ciudad de Huesca

José María Rivera
José María Rivera
Pablo Segura

Ha cerrado una etapa de seis años como subdelegado de Defensa en Huesca, ¿qué balance hace?

—Me voy muy contento de la Subdelegación, porque he conseguido acercar las Fuerzas Armadas a la sociedad, que es uno de los objetivos que tiene marcado un subdelegado. En Huesca, con la apertura del Sancho Ramírez, la gente se ha interesado mucho por las Fuerzas Armadas, y eso me ha facilitado el trabajo; pero en provincia, muchos municipios conocen más las misiones y los objetivos.

Con la reapertura del Sancho Ramírez, se ha pasado de no tener nada en la capital (solo en Jaca) a contar con un cuartel general de División.

—La suerte de Huesca es que ahora tiene un cuartel general de los más importantes del Ejército de Tierra.

¿Cómo vivió tanto el cierre como la reapertura?

—Cuando llegué aquí se cerraba y tuve que justificarlo, porque había justificación; pero después en Madrid, que es donde se decide, vieron en una segunda fase que el cuartel de Madrid se tenía que cambiar de ubicación, y que Huesca era un sitio idóneo. Y pasé de estar explicando por qué se cerraba a explicar por qué se abría. Fue un cambio radical, pero una buena noticia para la ciudad.

¿Qué supone para Huesca?

—Aquí se mantienen muchas reuniones. Como dice el general Melero, se dirigen a cerca de 20.000 hombres y mujeres; y por lo tanto, como dice el delegado de Defensa en Aragón, Conrado Cebollero, Huesca pasa a la Primera División de las Fuerzas Armadas.

¿Qué papel jugaron la ciudad y las instituciones?

—El ayuntamiento estaba abierto a que llegara una unidad y siempre puso todas las facilidades. Todas las instituciones remaron en el mismo sentido, querían tener un cuartel, y la sociedad también. Ese fue uno de los motivos por lo que se trajo el Sancho Ramírez aquí.

¿Cree que la provincia de Huesca quiere al Ejército?

—Sí, rotundamente sí. Aquí se respeta y se tiene mucho cariño a las Fuerzas Armadas, tal vez porque Huesca siempre ha tenido fuerzas y los cuarteles han estado siempre presentes en toda la provincia. Cuando vas por Barbastro, Sabiñánigo, Boltaña… que tuvieron en su día cuartel, te hablan con añoranza y siempre preguntan: ¿Y podrá venir un cuartel como a Huesca? El cariño es importante y siento el cariño de los oscenses.

En esa difusión de la cultura de defensa, ¿en qué ha incidido?

—Hemos trabajado para dar a conocer las misiones de las Fuerzas Armadas, en reclutamiento y en reinserción laboral. Estamos dando pasos para que los soldados que dejan las Fuerzas Armadas se reinserten.

Están saliendo las primeras promociones de tropa profesional y consiguió la reserva de plazas en las oposiciones a bombero en la Diputación, pero los tribunales lo tumbaron. ¿Ha iniciado el camino?

—Estoy contento porque Huesca ha sido la primera institución en España en reservar, pero un asunto judicial canceló esa reserva. Como en la Policía Local de Huesca, y una plaza está ocupada ahora por el cabo Pertusa. La provincia avanza en este tema con pasos firmes, pero me gustaría que fuera a más.

Resalta la importancia de que el soldado se sienta apoyado en las misiones. ¿Las unidades de aquí salen mucho?

El Regimiento (Galicia 64 de Jaca) sale mucho y la unidad Sancho Ramírez saldrá también. Cuando estamos en misiones complicadas, es importante que veamos que la sociedad nos respalda, pero para ello tiene que haber un conocimiento de las Fuerzas Armadas.

En este tiempo, se han cumplido 30 años de la mujer en el Ejército. ¿Cuál es la situación?

El porcentaje va subiendo y hay cerca de un 13 %. Son un soldado más y no hay distinción.

En los encuentros de la Asociación de Mujeres Empresarias de la Provincia de Huesca (Amephu), ha destacado las empresas de la provincia que trabajan para el Ejército.

—La importancia de la empresa que trabaja para Defensa es que son empresas que necesitan tecnología punta, tienen que innovar, diseñar nuevos productos; y crean tejido y músculo industrial, por lo tanto es importante. En Huesca tenemos seis, dedicadas a grúas, remolques… Son proyectos para la UME y las Fuerzas Armadas que han saltado a nivel internacional.

“Huesca será la sede del Día de las Fuerzas Armadas en 2022”

Lo que no se ha podido ser en este tiempo ha sido la celebración del Día de la Fuerzas Armadas, la más importante.

—La ministra lo ha dicho, lo ha dicho el alcalde, hay un compromiso de que en 2022 Huesca será la sede del desfile de las fuerzas armadas, el acto más importante de cultura de defensa y es donde la sociedad puede ver las capacidades de las Fuerzas Armadas y los militares sentir el cariño que Huesca les tiene.

¿Le hubiera gustado vivirlo como subdelegado?

—Sí, pero lo podré ver.

Ha vivido otros momentos como la operación Balmis.

—Está dirigida por el Estado Mayor Conjunto, pero los subdelegados hemos estado informando a las autoridades civiles del despliegue y de cuáles eran los cauces para pedir apoyo.

Queda pendiente la exposición de Fidel Pagés, ¿se conoce poco su figura?

—La tuvimos que suspender dos veces, pero espero que para el 15 de septiembre se pueda inaugurar en el Palacio de Villahermosa. Era médico militar e inventor de la epidural, como todo el mundo empieza a saber en Huesca, porque hasta hace poco lo teníamos olvidado. Es un hombre importante no solo por la epidural, sino por ser uno de los revolucionarios de la medicina militar. En Annual, en Melilla, estableció un nuevo sistema de despliegue de los puestos de socorro en primera línea, y durante muchísimos años esas normativas se mantuvieron. Fue un hombre transformador de la sanidad militar.

¿Con qué se queda de Huesca?

—De Huesca me llevo los amigos. He hecho muchísimos y buenos amigos que me han respetado tanto a mí como a la institución. Por lo tanto, espero conservarlos.