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Ayerbe ha logrado no bajar de los 1.000 habitantes.
Ayerbe ha logrado no bajar de los 1.000 habitantes.
D. A.

Los ayuntamientos de Ayerbe y Boltaña tienen muy claro la importancia de no bajar de los 1.000 habitantes para conservar todos sus concejales o para que no se reduzca la financiación de otras administraciones, por lo que ambos han llevado a cabo campañas para “invitar” a quienes viven en estas localidades pero no están empadronados a que lo hagan, al tiempo que trabajan en lograr más servicios y en gestionar la búsqueda de vivienda a los nuevos pobladores.

Ayerbe logró, gracias a una primera campaña de empadronamiento puesta en marcha en 2020, no bajar de los 1.000 habitantes, y el año pasado lanzó otra con el objetivo de alcanzar los 1.100 vecinos censados. Una cifra que se está haciendo más difícil de alcanzar, reconoce el alcalde, Antonio Biescas, pero que persiguen con ahínco para tener una base de población que les dé más tranquilidad.

En la primera campaña, a través de folletos, redes sociales, medios de comunicación y mesas informativas, se dio información sobre las ventajas que supone no bajar de los 1.000 habitantes y la respuesta fue positiva “ya que conseguimos empadronar en torno a 100 personas”. Hubo fluctuaciones, y en mayo de 2021 se bajó a 1.001 habitantes, por lo que se impulsó otra campaña.

Todo ello -explica el alcalde de Ayerbe- se complementa con una serie de acciones ligadas a los tres pilares en los que trabaja el ayuntamiento para asentar población: vivienda, empleo y servicios. En la revisión del padrón a 1 de enero de 2022, Ayerbe aparece con 1.059 vecinos, pero en estos momentos, el censo se acerca a los 1.070, según apunta Antonio Biescas, quien comenta que “Ayerbe tiene una población muy fluctuante porque viene gente a trabajar en época turística o que está una temporada y se va”.

Boltaña, por su parte, también llevó a cabo una campaña para impulsar los empadronamientos de vecinos que vivían allí, después de que el padrón de 1 de enero de 2016 arrojara el triste dato de que la población había caído de 1.040 a 920 habitantes, lo que suponía perder dos concejales y recibir menos financiación de otras administraciones.

La localidad remontó y recuperó los 1.000 habitantes y a día de hoy son cerca de 1.140 habitantes, señala el alcalde, José María Giménez, quien insiste en que “la gente tiene que entender que estar empadronado es fundamental en un pueblo como el nuestro”.

“Hemos creado una inercia -añade- en la que cuando alguien viene a vivir a Boltaña, siempre hay quien le dice: empadrónate que es importante”. Fue en 2017 cuando el Ayuntamiento boltañés puso en marcha la campaña para lograr 1.000 vecinos; una iniciativa que también logró sensibilizar a los vecinos que ahora recuerdan a cualquiera que llegue lo importante que es para el pueblo que se empadrone. Desde entonces, “cada año ganamos unos 30 habitantes”, destaca el alcalde, que se muestra orgulloso de que el censo no solo no decaiga sino que aumente.

De manera paralela, el Consistorio también creó una bolsa de viviendas y trabaja en dotar a la localidad del mayor número posible de servicios, como escuela infantil, biblioteca, cine todas las semanas, gimnasio, pabellón, etcétera.